El 16 de octubre se conmemora el Día de la Educación Inclusiva, con el objeto de valorar el aporte que pueden hacer a la sociedad las personas que tienen capacidades diferentes. Es importante poner este tema en la familia para ir creando en los niños la necesidad de abrirse a la diversidad y aprender a dar espacio a todas las personas.
Los programas de inclusión escolar van a ser, sin duda, una solución para niños con necesidades educativas especiales y para sus familias, pero también representa un claro beneficio para los niños "normales". Es un camino para aprender a convivir con la diversidad. Un aporte en esta línea lo constituye el libro "Camino a la escuela inclusiva", publicado por la Fundación Mírame. Sus autoras, Verónica Pesce, Pamela Contreras y Paula Meric, plantean que el colegio es el eje de integración, especialmente para los niños con algún grado de discapacidad cognitiva.
Este libro, que para su distribución gratuita contó con el apoyo de la Fundación Descúbreme, proporciona valiosa información para apoyar el proceso de aprendizaje y así fomentar la participación de los niños con necesidades especiales.
Sin duda que el camino de la inclusión no es fácil y a los niños les cuesta aprender a no discriminar, por lo cual el aporte de la familia es esencial para promover una actitud inclusiva. Desde el año 2009 existe por ley un subsidio para promover la integración de los niños con necesidades educativas especiales. Pero se requiere algo más para lograr que se sientan integrados, como es la cooperación de los padres de familia que tienen, entre comillas, hijos normales. Todos sabemos que la familia está expuesta a tener en cualquier momento a una persona con algún nivel de discapacidad.
Una manera de enfrentar el tema es invitar al compañero o compañera con necesidades educativas especiales a realizar una actividad conjunta. De acuerdo a la edad y dificultad del niño, posiblemente se requiera la supervisión de un adulto. Para ello sugiero que vea con sus hijos el video "Cuerdas", que puede ser fácilmente bajado de YouTube, y que narra la historia de María, una niñita que se acerca amorosamente a un niño que tiene una parálisis cerebral, que le impide hablar y correr, pero ella se las ingenia para acercarse a través de diferentes modalidades y adaptación de juegos, construyendo una amistad amorosa. El video, al que le otorgaron el Premio Goya, logra sensibilizar a los niños no solo para ser empáticos, sino para mostrar caminos de acercamiento. Quizás el valor más importante de generar una actitud inclusiva no es para los que requieren algún tipo de ayuda especial, sino para los niños que practican la inclusión, quienes podrán convertirse en mejores personas y sensibles a las necesidades de los otros.