Señor Director:

Recientemente, "El Mercurio" nos informó que el último tramo de Américo Vespucio oriente -entre la rotonda Grecia y Príncipe de Gales, conocido como AVO II- será licitado con un corredor "verde" exclusivo para buses. Aun cuando el diseño puede mejorarse, esta es sin duda una buena noticia, ya que solo en contadas ocasiones las licitaciones urbanas del MOP han considerado algún tipo de mejora para el transporte público, lo que en este caso ocurrió gracias al proceso de participación ciudadana temprana.

En la noticia se omite, sin embargo, un hecho muy importante: que la concesión entre Príncipe de Gales y El Salto no contempla prioridad alguna para transporte público, dejando a los buses operando en un eje de dos pistas por sentido, que en la práctica será compartido con los autos. Así, como están las cosas, la alameda central de AVO II tendrá solo cinco kilómetros, aislados y desconectados al resto de la red, algo similar a lo que ocurre con el eje Santa Rosa. En ese caso se llevó a cabo una importante inversión en un corredor de transporte público en que los buses alcanzan velocidades operacionales promedio superiores a los 35 km/h, pero, lamentablemente, la prioridad desaparece en los últimos kilómetros antes de llegar a la Alameda, reduciendo significativamente la velocidad de los buses.

La conectividad de la red vial que es usada por los automóviles es un tema que está casi a diario en la discusión. De hecho, "El Mercurio" ha mostrado preocupación por los diferentes tiempos de construcción de las dos fases de AVO y el problema de conectividad que surgiría en ese lapso. Esa misma preocupación debiese mostrarse con la continuidad de la infraestructura dedicada a transporte público y, ciertamente, al transporte no motorizado. ¿Se imagina que la nueva Línea 6 del Metro, que comienza en Cerrillos, no llegase hasta la Línea 1, sino que finalizara unos kilómetros antes? ¡Sería un despropósito total!

Sabemos que AVO I ya está licitado, pero aún no se construye. Creemos, por lo tanto, que hay espacio para detener este grave error y diseñar, con inteligencia y respeto por la ciudad, vías segregadas para el transporte público, con una continuidad y extensión adecuadas.

Leonardo Basso S.
Departamento de Ingeniería Civil - Transporte
Universidad de Chile

Juan de Dios Ortúzar S.
Departamento de Ingeniería de Transporte y Logística
Pontificia Universidad Católica de Chile