Señor Director:
En relación con la carta "
Inversión improductiva", de don Carlos Jouanne, publicada el sábado, me permito hacer presente que el inmobiliarismo que se encuentra instalado en las inmediaciones, e incluso en los deslindes de los aeropuertos y aeródromos, es consecuencia de las deficiencias de los planos reguladores de las respectivas municipalidades que autorizan construcciones en dichos lugares. Por tanto, naturalmente existen constructoras o personas que aprovechan la oportunidad para comprar los terrenos baratos que son colindantes.
Tal como lo expresa el señor Jouanne en su carta, no puede seguir permitiéndose la invasión y estrangulación de aeropuertos y aeródromos por "inmobiliarismo que encuentra terrenos baratos a su alrededor". Ya pasó con el principal aeródromo civil del país y único de nuestra capital: El aeródromo Eulogio Sánchez Errázuriz, Tobalaba, que cuando se construyó en el año 1954, estaba rodeado de terrenos sin ningún tipo de edificaciones, con el pleno beneplácito de la entonces Municipalidad de Ñuñoa.
Sin embargo, con los años se fue permitiendo todo tipo de construcciones habitacionales y comerciales en sus alrededores, lo que con el tiempo fue provocando reclamos de quienes voluntariamente se fueron instalando en forma colindante, lo que tuvo como consecuencia serias restricciones en su operación, perjudicando severamente el fomento de la aviación civil -que forma no solo pilotos privados, sino también a quienes se transforman en comerciales que van posteriormente a engrosar las tripulaciones de las principales líneas aéreas-, tan necesaria para un país cuya configuración geográfica requiere cada día más de las operaciones aéreas, especialmente en casos de calamidades públicas y traslados de enfermos desde lugares lejanos.
Y ahora, increíblemente, ya comienzan también a limitarse las operaciones del principal aeropuerto de nuestro país, Arturo Merino Benítez, Pudahuel, porque el ruido de los motores perturba el sueño de los pocos vecinos agrícolas que probablemente compraron terrenos baratos a sus alrededores.
Arturo Miquel Bañados