Señor Director:

En algún momento de la discusión sobre la reforma de la educación convendría comentar la manera de ayudar a aprender a los jóvenes que están en nivel medio y que tuvieron poca estimulación inicial en sus familias. Un aspecto que merece especial atención es la manera en que se usa el tiempo de interacción con los profesores.

La forma tradicional es la instrucción "frontal". El docente explica en forma oral lo que espera que aprenda el grupo de alumnos. Por ejemplo, explica en 10 minutos las cuatro maneras de enseñar descritas en esta carta (por lo menos usaría unas mil palabras hablando a 100 palabras por minuto). Algunos alumnos toman notas. Los que tienen dudas formulan sus preguntas (si no temen que se burlen de la pregunta) y el profesor repite o complementa su presentación (otros 10 minutos).

La forma "moderna" es la explicación oral de lo que está resumido en el Power Point (unas 100 o 200 palabras). La explicación toma el mismo tiempo que la frontal y permite que algunos alumnos identifiquen palabras escritas que no conocen. Logra resultados similares a la "frontal".

Cuando el Power Point tiene la explicación detallada del tema (en este caso, unas 500 palabras) y el profesor lo lee en voz alta (a 100 p/m, sin agregar comentarios adicionales), el tiempo se reduciría a cinco minutos (el número de palabras de un texto escrito suele ser la mitad del de la "frontal"). Por lo tanto quedarían 15 minutos para preguntas y comentarios más detallados (se reduciría el reclamo usual de "no hay tiempo para pasar la materia").

Cuando los alumnos leen en silencio el Power Point, algunos pueden leerlo en tres a cinco minutos, dependiendo de su fluidez de lectura. Quedarían entre 15 y 17 minutos para concentrarse en los aspectos en que los alumnos tienen más dificultad para aprender.

La quinta manera de enseñar es la " flipped class " (cuyo uso se expande con rapidez en el mundo desarrollado) e implica una interesante variación de la versión anterior. La versión escrita del tema se entrega impresa (o se envía por internet) para que el alumno la lea en la casa (los que tienen brechas en su aprendizaje previo la pueden leer varias veces) y traiga escritas las dudas o comentarios. En la clase siguiente la interacción se genera a partir de las preguntas de los alumnos y las explicaciones del docente o las ejercitaciones que proponga.

Raúl Leiva aplicó este quinto método con gran éxito en los Liceos Bicentenario. La Universidad Autónoma de Chile también usa este método desde el momento en que el nuevo alumno ingresa en sus aulas.

Ernesto Schiefelbein
Rector Universidad Autónoma de Chile