La familia, la educación y el trabajo son tres pilares fundamentales para construir una sociedad más libre, más justa y más feliz.

En los últimos meses conocimos tres noticias muy positivas para la familia: primero, el Registro Civil informó que en el 2013, y por primera vez en cuatro años, se registró un alza en el número de nacimientos en nuestro país. Segundo, la Sexta Encuesta Nacional de Lactancia Materna, realizada por el Ministerio de Salud, señaló que este año el 56% de las mujeres amamanta a sus hijos hasta el sexto mes de vida, un notable logro considerando que hace cuatro años ese promedio llegaba al 44%. Y tercero, el año pasado Chile fue designado como el mejor país de América Latina para nacer.

Este aumento en la natalidad y lactancia revela el gran impacto que ha tenido la ley, aprobada durante el gobierno del Presidente Piñera, que amplió el beneficio del posnatal de tres a seis meses y extendió su cobertura de una de cada tres a todas las madres trabajadoras chilenas. Sabemos la enorme importancia de la cercanía madre-hijo durante esos primeros seis meses de vida para su desarrollo físico, intelectual y emocional. Así logramos también acercarnos a nuestro anhelo y compromiso de que el hecho de ser madre no afecte el trabajo de las mujeres y el hecho de ser trabajadora no desincentive la maternidad.

Pero la ley del posnatal de seis meses es solo una de las múltiples medidas de protección a la familia que puso en marcha el gobierno de la Alianza. El objetivo central es poder acompañar a nuestros niños desde su nacimiento, a través de la promoción del parto integral en los hospitales públicos, el posnatal durante sus primeros seis meses, el bono de apoyo a la maternidad para el nacimiento del tercer hijo, la ampliación de la cobertura y acceso a tratamientos para las parejas infértiles, favoreciendo así también la natalidad, el acceso universal y gratuito a salas cuna y jardines infantiles, la educación preescolar gratuita, de calidad y garantizada, el prekínder obligatorio extendiendo de 12 a 13 años la educación escolar obligatoria .

Forma parte igualmente de esta agenda pro familia el apoyo que se entregó a las familias más vulnerables a través del Ingreso Ético Familiar, con sus tres pilares que protegen la dignidad y premian la responsabilidad y los logros de las familias vulnerables y de clase media, particularmente en materia de salud y educación de los niños y jóvenes.

Durante el gobierno anterior también nos preocupamos de generar un ambiente adecuado para el entorno familiar, para que los padres disfruten de sus hijos a través del programa Vive Tu Parque y el programa Elige Vivir Sano, cuyo propósito es promover un cambio cultural hacia una vida más sana, basado en promover una alimentación más saludable, más deportes, mayor contacto con la naturaleza y más vida en familia. El programa Elige Vivir Sano concitó un apoyo ciudadano transversal e incluso se transformó en ley de la república. Recordemos que fue reconocido por Naciones Unidas y llegó al alma y corazón de los hogares de Chile.

Por eso consideramos fundamental que el actual gobierno mantenga el compromiso y siga promocionando estas políticas para fortalecer la natalidad y la familia.

Sin duda cuando las familias chilenas optan por tener más hijos y eligen una vida más sana, están mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, y la mayor satisfacción es que se favorece una vida más plena y más feliz para todos nuestros compatriotas.

Cecilia Morel M.
Presidenta Fundación Chile Vive Sano