Abramos apuestas. ¿Va a hacer o no la Presidenta Bachelet el desafío del “balde de agua fría”?

¿Qué creen ustedes?

El ex Presidente George Bush lo hizo. Muchas celebridades del deporte y el espectáculo lo han hecho. Farkas lo hizo.

Pero apuesto a que la Presidenta no lo va a hacer. No sé. Simplemente no lo creo. No está en su naturaleza.

Además, porque para ella la última encuesta CEP ya operó como un balde de agua fría. El sondeo mostró que la gente no está tan de acuerdo con las reformas que está proponiendo. Tampoco parece estar la opinión pública tan enamorada del gobierno que está encabezando.

También estoy seguro de que Camila Vallejo se hará la lesa con el desafío. Por dos razones, porque ella no tiene el sentido del humor que se requiere para aceptar ese juego y porque la encuesta CEP también fue un balde de agua fría para ella.

El que sí debe haber estado tentado de hacerlo es el ex Presidente Piñera. Y quizás le habría venido bien. Habría temperado su espíritu para vencer la tentación de reaparecer políticamente esta semana criticando al Gobierno. Como, lamentablemente, lo hizo.

Del mismo modo, hubiese sido ideal que Peñailillo se hubiese dejado caer el balde con agua fría y hielo. Quizás de ese modo habría calculado un poco mejor la manera en que reaccionó para caerle encima al ex Presidente Piñera después de su intervención.

Pensándolo bien, a varios de nuestros políticos les vendría bien echarse agüita helada en la cabeza, para enfriar el cerebro y aclarar la mente. Mi opinión es que están actuando sobre caliente.

El ministro Arenas necesita enfriarse un poco. También el diputado Boric y el diputado Rivas. Los estudiantes secundarios, los gendarmes y Ollanta Humala.

Me está gustando esto de nominar a personajes públicos a que se den una ducha de agua con hielo. La baja temperatura es saludable.

El agua helada también sirve para despertar a los que están adormilados. Como las autoridades del Metro, que están malogrando el sistema de transportes del cual nos sentíamos orgullosos incluso a nivel mundial. Al mismo tiempo, no sería malo que nuestra economía se salpicara con unas gotitas de líquido gélido para que se despabile, de lo contrario nos vamos a estancar y todo lo logrado en tantos años se nos puede anquilosar.

La campaña presidencial es otra cosa que yo pondría un rato en el congelador. Ni Velasco, ni ME-O, ni la Isabel Allende, ni el senador Ossandón, ni Allamand, ni la Lily Pérez, ni Lagos Weber ni el propio ex Presidente Piñera aguantarán una precampaña que dure tres años. Incluso nosotros nos vamos a latear con ellos y capaz que después terminemos, por pura lata, privilegiando a candidatos anómalos como Parisi o Sfeir.

Miren, que el desafío del cubo de agua con hielo nos sirva para despercudirnos también nosotros. ¿No les parece que habíamos estado muy pasivos observando el quehacer del país? Ya, arriba, despierten, es hora de actuar.