Fernanda Paul

El ex Presidente Sebastián Piñera participó ayer de un seminario en la Escuela de Negocios de la Universidad de los Andes.

En la instancia, criticó fuertemente el programa de gobierno impulsado por la actual administración, en una presentación que duró casi una hora.

"Chile enfrenta un nuevo desafío, que es el programa de gobierno de la Nueva Mayoría. Siento que, hasta ahora, este programa tiene elementos que deben ser revisados y ojalá corregidos porque en mi opinión no apuntan en la dirección correcta", dijo. Y apuntó directamente a las reformas educacional y tributaria.

Sobre la primera, dijo que existe una "confusión ideológica" que "ha provocado que la discusión esté centrada en elementos como el financiamiento compartido, la selección o el justo derecho a una retribución por parte de aquellos que aportan en materia de educación". "El Estado tiene la obligación de garantizar a todos el acceso a la educación, pero no tiene ningún derecho a pretender monopolizar, hegemonizar ni mucho menos desplazar a la sociedad civil de ese esfuerzo", señaló.

Respecto a la reforma tributaria, el ex Mandatario afirmó que el "orden lógico" de una iniciativa de esta naturaleza es saber, primero, qué se quiere hacer con la recaudación. "Da la impresión de que la reforma es el fin y lo demás es secundario". Y, más tarde, sostuvo: "Algunos piensan que la reforma tributaria y otras medidas le van a costar al país dos puntos de crecimiento. Eso significa que en cuatro años vamos a dejar de percibir US$ 12.000 millones de ingresos fiscales, solo por el menor crecimiento. Eso es más de lo que, de acuerdo al ministro Arenas, recauda la reforma tributaria en esos mismos cuatro años". En la misma línea, criticó una falta de metas en crecimiento, empleo e inversión.

Luego, el ex Presidente expuso una serie de cifras económicas de la caída del crecimiento, la inversión y la creación de empleo durante el 2014. "¿Qué más tenemos que ver para darnos cuenta de que este camino no está dando los frutos y los resultados que el propio Gobierno quiere?", sostuvo y añadió que el "diagnóstico" es que habría una "tremenda pérdida de confianza y de expectativas en nuestro país" y, por lo mismo, dijo que no se puede culpar a la economía internacional ni al gobierno anterior de la desaceleración.

En tanto, Piñera llamó a detener "por un segundo la marcha" y reflexionar sobre las implicancias de las reformas. "Hay que recuperar una mayor sensatez y moderación en la forma de implementar las reformas", dijo. "El liderazgo es conducir al país hacia donde los demás quieren estar. Y la falta de liderazgo es conducir al país donde los demás no quieren estar". Asimismo, afirmó que "hoy día sabemos que el apoyo a la Presidenta no fue tanto por el programa sino que fue un apoyo a su persona. Y por tanto, estamos a tiempo, a mi juicio, de enmendar el rumbo".

Finalmente, Piñera señaló: "Amerita, ahora que estamos cumpliendo los primeros seis meses de este gobierno, una profunda reflexión con un espíritu distinto. Menos voluntarismo, menos eslogan, menos división, más diálogo, más unidad, más cordura, más búsqueda de acuerdos y entendimientos", aseguró.

La reacción del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, no se hizo esperar. "Le pediría a un Presidente que dejó la economía a la baja, que destruyó la salud pública, que no cumplió en nada su agenda antidelincuencia -recordemos las frases de campaña-, a un Presidente que destruyó las instituciones -recordemos el caso de Impuestos Internos, de la encuesta Casen, del mejor Censo de la historia-, que definió a la educación como un bien de consumo, que tenga tino y prudencia, y que no se deje llevar por la ansiedad de ser precandidato presidencial", dijo.