Señor Director:
El pasado domingo se publicó una
columna del presidente de la Corte Suprema acerca de la reforma a la justicia civil, en la que da cuenta del punto de vista del máximo tribunal.
Me parece muy clarificador que el presidente plantee como cuestión central la de la adecuación del sistema a la solución de los problemas comunes que la mayoría de los chilenos enfrenta en su vida cotidiana. Esos problemas en gran medida no son de altas cuantías y no justifican la inversión de tiempo y recursos que nuestro actual sistema demanda.
Situaciones como las relativas al arriendo de viviendas, al incumplimiento de contratos entre personas naturales o empresas pequeñas, o el cobro de pequeñas deudas, no tienen una respuesta apropiada en el sistema judicial. Esto no solo genera un problema para los afectados, sino que promueve una cultura de irresponsabilidad y de incumplimiento de los compromisos.
En consecuencia, el principal desafío del proceso de reforma es el de diseñar un sistema que al mismo tiempo que introduce nuevos principios de transparencia y de respeto por los derechos de las personas, suponga una sustancial reducción de los tiempos y los costos de la litigación en términos de hacerla útil para la solución de los problemas de la mayoría de los ciudadanos.
Cristian Riego R.Profesor de Derecho Universidad Diego Portales