¿Hubo indisciplina en el seleccionado durante el Mundial de Brasil?
No lo sabemos y tal vez nunca lo sepamos. Es cierto que hubo una declaración pública de la ANFP al respecto, pero no hubo ninguna versión de alguna autoridad. Versión personal, de cara a los micrófonos y las cámaras.
Más curioso aún es que nadie escuchó ni leyó las acusaciones que habrían motivado la declaración. ¿Escuchó o leyó usted algo? Es un rarísimo episodio.
¿Cómo debemos pronunciar el apellido del entrenador de la Universidad Católica?
Hay quienes nos dicen que debemos decir "Falchioni", en razón de su origen italiano. Pero el propio técnico nos ha aclarado que debemos pronunciar "Falcioni", tal como se escribe. De modo que quedan todos advertidos.
La gente se llama como ella dice que se llama. El fantástico colombiano James Rodríguez se llama así, "James", no "Yeims". ¿Sabe por qué? Porque si usted lo llama como si fuera gringo, él no se dará por aludido. Todos nos llamamos como decimos que nos llamamos. Si a mí alguien me dice "Esgardo", no voy a contestar (aunque voy a saber muy bien quién me está llamando).
¿De qué están preocupados en este momento en River Plate?
De varias cosas, como es presumible. Un capítulo es la partida del colombiano Álvarez Balanta, que parte al Valencia y le genera una preocupación a Marcelo Gallardo, ahora en la banca de River. Y no es la única preocupación del "Muñeco", que tuvo una conversación franca con Teo Gutiérrez, otro colombiano lleno de ofertas. "Que siga si quiere, dice Gallardo, si es que tiene un verdadero compromiso con el club".
Uno lee todos los sitios de internet con noticias de River (agregue la lesión de Cavenaghi, los intentos de contratar a Lucas Prato, en gestiones que duran mientras escribo) y en ninguna parte aparece Ángelo Henríquez. Toda una curiosidad, porque a este lado de la cordillera se dice que se dificulta su llegada a Universidad de Chile por "el interés de River".
Hasta el presidente azul, Carlos Heller, lo ha dicho. Qué extraño. Habrá que decirle a la gente de River que no sean inocentes, que la U les puede levantar a Henríquez...
¿Es Clásico el partido entre la Católica y la Unión?
No. ¿Por qué va a ser clásico? ¿Porque el "Coto" Sierra mostró dos dedos hace un tiempo? ¿Porque los jugadores "se agarraron" hace poco? ¿Porque es un encuentro muy antiguo? Se necesita mucho más que eso para que un partido sea un "clásico".
Tiene que haber rivalidades declaradas, que pueden ser de distinto orden. Geográficas, como La Serena-Coquimbo, que tienen un duelo histórico más antiguo que el fútbol (cuando los piratas-piratas asolaban los terrenos serenenses), o Wanderers-Everton, nacido como "clásico de la costa" y devenido en "clásico porteño" quién sabe porqué. De origen étnico, como el "clásico de las colonias", entre la Unión Española y Audax Italiano (al que más tarde se subió Palestino).
Un clásico, además, debe tener recuerdos imborrables. Definiciones de campeonato o de descenso, liguillas apasionantes, duelos en Copa Libertadores. Nada de eso (o muy poco) hay en este partido.
No basta con un par de combos y la rabia de algunos para hacer un clásico. Tal vez llegue a serlo, pero aún no lo es.
¿Pueden los árbitros perder precisión por aligerar el juego?
Pueden, pero es peligroso. Los esfuerzos por aligerar el juego son antiguos y se ha avanzado mucho en conseguirlo. Hoy, el fútbol es un espectáculo más continuo que hace treinta años (y mucho más intenso, lo que dobla el mérito). Pero es un esfuerzo que no se les debe pedir a los árbitros. Lo primero es concienciar a los jugadores, que con sus patéticas simulaciones demoran hasta lo indecible. Lo mismo a los técnicos. Pero no a los árbitros, cuyos errores son más peligrosos que la demora.