David Reyes

Esta U amenaza.

Ante un complicado rival, O'Higgins, el mismo que la había amargado durante más de dos años, mostró una solidez granítica, trazos de buen fútbol y la claridad táctica para sacar la tarea adelante y sumar su segunda victoria consecutiva.

Además de todo eso, tuvo a Gustavo Canales, la "joyita" azul, quien realizó un partido casi perfecto: con un toquecito mágico, el argentino-chileno dejó solo a Matías Corujo -otro que establece diferencias por su banda-, quien abrió la cuenta cuando el primer tiempo se acababa y los equipos no se habían sacado ventajas en el trámite.

A la vuelta del descanso, cuando el público no se había alcanzado a acomodar, Canales metió un cabezazo de casi diez metros, que se hizo inalcanzable ante la lenta reacción del arquero Roberto González. El 2-0 les daba paz a los azules (que ayer vistieron de blanco).

En desventaja, los celestes movieron las piezas, incluyeron a tres de sus refuerzos y, con ímpetu, se acercaron a la portería de Johnny Herrera. A esa altura, la U puso el pie en el freno, trató de controlar el partido y pasó pocos sustos, más allá de un par de intentos de Diego Chaves, movedizo, pero peleado con el pórtico.

El descuento cayó igual -un error de Suárez que aprovechó Elizari-, pero la calma no tardó en llegar: una corrida por la banda izquierda de Enzo Gutiérrez, un mal despeje y un zurdazo precioso de Gustavo Canales, quien cerró así su extraordinaria faena y colmó de fe a los hinchas azules.