Este nuevo docurreality de TVN se inscribe dentro de los programas "con misión". En este caso, el propósito es mostrar a los chilenos la importancia de la donación de órganos. Más del 50% de las familias se niega a donar los órganos de sus deudos, y más de cuatro millones de personas se han registrado como "no donantes". Esto afecta directamente las vidas de miles de enfermos que pueden llegar a morir esperando un trasplante. Ya antes la teleserie "Corazón de María" (TVN) y la serie "Vida por vida" (Canal 13) habían abordado este tema; ahora es el turno de la telerrealidad.
"Luchadores" es claro y contundente en su mensaje: hay muchas familias sufriendo y el "sí" de una donación cambiaría sus vidas. Cada capítulo relata la historia de un grupo familiar a través de la mirada de un "rostro" del canal. Claudia Conserva, Amaro Gómez-Pablos e Ignacio Franzani se turnan para conducir los capítulos. Se introducen en la casa del enfermo, van a los controles médicos y viven con ellos la gama de emociones que provoca la tensa espera. Cada cierto tiempo surge un posible donante, pero las esperanzas se hacen trizas con la negativa de las familias en duelo que deben autorizar las donaciones.
El programa logra aprovechar los giros dramáticos que se viven en estas situaciones. Y el seguimiento de muchos meses permite acceder a los momentos clave, incluido el desenlace de la historia.
En el primer capítulo -que tuvo 11,3 puntos de rating promedio-, Amaro Gómez-Pablos entró a la casa de Cristopher, un niño de 6 años que llevaba la mitad de su vida esperando un riñón y un hígado. El estilo grandilocuente y dramático del conductor de "24 horas" se vio demasiado efusivo para un drama íntimo como este. Claudia Conserva, en tanto, en el capítulo exhibido anoche, dio con el tono adecuado de empatía e intimidad con la familia de Cecilia, una mujer que esperaba un corazón en un hospital de Viña del Mar. Pero, más allá de los estilos de conducción, aquí se impone una realidad dramática bien aprovechada por los realizadores para que el mensaje quede claro.