Macarena Vega

Como presidente de la comisión de Educación del Senado, Fulvio Rossi (PS) ha tenido varios enfrentamientos con uno de sus socios de la Nueva Mayoría, Ignacio Walker (DC), quien hace dos semanas lo acusó de presidir la comisión de manera "deplorable".

-¿Cómo evalúa un episodio como ese?

-En términos personales, con Ignacio Walker no tengo ningún problema; le tengo un gran aprecio. Pero tenemos posiciones distintas, y yo voy a jugármela por que la reforma estructural de Bachelet sea una reforma profunda, estructural. No quisiera ser cómplice de generar una expectativa de cambio y que finalmente terminemos haciendo más de lo mismo, porque eso la ciudadanía jamás lo perdonaría.

-¿Se refiere al acuerdo suscrito por la reforma tributaria?

-Hoy tengo dudas que creo que son legítimas. Sobre todo porque el procedimiento no fue el mejor. Se hizo un procedimiento de espaldas a la ciudadanía. No hubo un proceso de diálogo y de debate transparente, se hizo a puertas cerradas, en muy pocos días... El daño que se les ha hecho al Partido Comunista y a los diputados es casi irreparable. Tenemos que corregir estas formas de relacionarnos.

-¿No era predecible que se generara esta molestia? ¿A qué cree que respondió el acuerdo?

-En mi opinión muy personal, y con mucha franqueza, siento que no teníamos los votos en la Nueva Mayoría para sacar la reforma con el corazón original, antes del trasplante.

-¿No requería mayoría simple?

-Sí, pero en la Nueva Mayoría un sector planteó que no estaba dispuesto a apoyar el proyecto como estaba. Creo que esa es la razón de fondo. Mucha gente no lo entiende, porque muchos hemos planteado que en esta reforma se juega el carácter del Gobierno, y si bien es cierto que llegar a acuerdo es una noble aspiración, yo al menos tengo la duda respecto de que esta reforma nos permita disminuir la elusión y aumentar la recaudación para llegar a US$ 8.200 millones. Uno debiese simplificar el sistema tributario, y hoy día hay tantas formas de tributar, que me da la impresión de que pudiésemos estar creando nuevos forados.

-¿Cuáles?

-A mí me llama la atención el grado de alegría de la UDI y del gran empresariado, y me llama mucho la atención lo siguiente: el presidente de la DC señaló que no podía votar en general el proyecto de educación parvularia, porque había que escuchar más. ¿No le parece que había razones para haber pedido más tiempo antes de firmar el protocolo tributario? En un tema tan complejo y tan delicado como ese... Entonces hay un doble discurso evidente, porque al que vi más apurado por firmar el acuerdo fue a Ignacio Walker. Y después hubo una disputa vergonzosa para ver quién se llevaba los bonos por este acuerdo. Ahora espero que la Cámara de Diputados tenga la oportunidad de reparar el daño que le han ocasionado a su imagen. No digo que oponerse, pero hacer un trabajo serio respecto de analizar el informe financiero, los forados que se abrirían respecto de la elusión y algunas exenciones que existen.

-Usted hablaba de que con esta reforma se jugaba el carácter del Gobierno, pero la semana pasada se habló de un "segundo tiempo" con la reforma educacional y luego se hizo este protocolo de acuerdo en torno a la tributaria, con la UDI y RN. ¿Le preocupa que haya un giro en la intención del Gobierno?

-Yo tengo claro, y no sé si lo tengan claro todos en la Nueva Mayoría, y es un punto central, que hacer reformas profundas en un país como el nuestro tiene costos, incluso costos de popularidad y adhesión. Si nos vamos a poner nerviosos porque bajamos uno, dos, tres o cuatro puntos en las encuestas por impulsar estos cambios, la verdad es que al final del día lo que vamos a hacer es más de lo mismo. Faltó poco para que dijeran que la reforma tributaria provocaba diabetes. Si eso mismo va a pasar en educación, entonces mejor no hagamos nada. Si nos vamos a asustar ante las primeras marchas, bien menguadas, de los apoderados que son conducidos por la desinformación de parte de sus sostenedores, vamos a caer en un inmovilismo tremendo, y vamos a empezar a ceder en aspectos centrales de nuestro programa y nuestra agenda.

-¿Le preocupa la reforma constitucional?

-Olvídense si queremos cambiar la Constitución, tenemos que saber que va a haber todos los días columnas en contra. Probablemente cambiar la Constitución va a comenzar a ser impopular, y si no tenemos la convicción, la energía y la capacidad para enfrentar esta situación, la verdad no vamos a ser capaces de avanzar en estos cuatro años.

-¿Qué le parecería que se lograra un acuerdo parecido en la reforma educacional con la UDI y RN?

-Pienso que es muy difícil llegar a un acuerdo con la UDI y RN, porque para ellos el mercado es el mejor asignador de recursos en educación, y nosotros tenemos una mirada diametralmente distinta: vemos la educación como un derecho social. Acercar esas dos miradas, evidentemente no es una tarea fácil. Espero que no caigamos en la trampa de empezar a hablar de "regular" el lucro, de "fiscalizar mejor" el tema de los arriendos por parte de los sostenedores de los establecimientos... Relativizar la importancia de las áreas centrales de la reforma.

-En ese contexto, ¿usted también estaría dispuesto a ceder en otros aspectos instrumentales de los proyectos?

-Para ser franco, toda esta crisis se ha generado fundamentalmente por el fin al lucro. Estoy convencido de que podemos ser flexibles en muchos aspectos, pero mientras no cedamos en el fin al lucro, vamos a tener exactamente la misma reacción que hemos tenido hasta el día de hoy por parte de los sostenedores.

"Estaría dispuesto a representar al PS en la presidencial"

-¿Cómo evalúa que miembros de su partido, como Marcelo Schilling, lo mencionen como eventual carta presidencial socialista?

-Primero me siento muy honrado de esas palabras de Marcelo, sin embargo, pienso que es muy prematuro hablar de candidaturas presidenciales cuando llevamos recién cuatro meses de gobierno.

-El presidente del PS también dijo que le parecería "estupendo" que así fuera. ¿Estaría dispuesto a ser el candidato del partido?

-En el contexto de un proyecto colectivo, estaría dispuesto a representar al PS en la próxima elección presidencial. Siempre he mirado la política en el contexto de algo colectivo y nunca he creído en aventuras personales. Por eso en el pasado reciente critiqué candidaturas que yo veía más vinculadas a proyectos personales que a uno de coalición. Era evidente que el pueblo chileno quería que Bachelet lo condujese. Hoy día, sin embargo, hay un escenario abierto, y si bien es cierto es bastante prematuro hablar de candidaturas, sería un motivo de orgullo representar al PS en una eventual primaria.

-¿Qué opina de que Marco Enríquez-Ominami haya dicho que le interesaría participar de primarias de la Nueva Mayoría?

-Me parece muy bien. Me hubiese gustado que ese discurso lo hubiese tenido también en el pasado cuando Eduardo Frei era nuestro candidato o cuando lo fue la propia Michelle Bachelet. Pero bueno, nunca es tarde para entender que la política se construye en equipo.

-Juan José Santa Cruz dijo que en el escenario actual a Fuerza Pública (Andrés Velasco) no le interesaría sumarse a una primaria.

-Velasco hizo un viraje a la derecha evidente, no sé si desde la convicción o desde el oportunismo, pero un viraje al fin y al cabo. Eso es legítimo, no quiero que mis palabras se entiendan como descalificación, es ver cuál ha sido el comportamiento político de Andrés Velasco.