"Siempre los argentinos pensamos que somos más de lo que somos. A veces es bueno y a veces es malo". Acertadas palabras del técnico Alejandro Sabella, que valen tanto para el fútbol como para otros ámbitos. Los hinchas argentinos viven con la camiseta puesta, pero por estos días les ha sido difícil traspasar ese orgullo a lo que pasa en la política y en las finanzas nacionales.
Primero fue el fallo de la Corte Suprema de EE.UU. dejando a firme el de primera instancia que obliga a Argentina a pagar a los tenedores de bonos que no negociaron en 2005 y 2010, y que acudieron a la justicia estadounidense. Luego, el procesamiento del Vicepresidente, Amado Boudou, por cargos de corrupción, y después la publicación de cifras económicas que dejan a la vista una recesión que ya lleva varios meses.
La cuestión de la liquidación a los deudores que Cristina Fernández llama "buitres" se ha puesto peliaguda. Ya hay conciencia de que se debe pagar, pero las negociaciones no han comenzado, y los acreedores acusan falta de voluntad. Un triunfo político se llevó el gobierno en la OEA, donde todos en bloque, con la excepción de Estados Unidos y Canadá, votaron en respaldo de Argentina para que siga negociando hasta llegar a acuerdo. Lo más delicado es que podría caer en default técnico si el 30 de julio no paga a los bonistas reestructurados a causa del fallo que obliga a tratar en igualdad de condiciones a los "buitres" que ganaron el juicio. Cristina y su ministro de Economía no han podido convencerlos de que cumplirán compromisos. Lo curioso es que Kicillof no quiso conversar con los acreedores en EE.UU. Para hoy lunes se espera un encuentro entre representantes argentinos y el mediador asignado por el juez. Será una oportunidad para demostrar el ánimo de resolver este largo conflicto.
Igual de delicada es la situación en el frente político. Después de meses de tener en el congelador a Boudou, el gobierno sale en masa a defenderlo. Los diputados impiden el juicio político exigido por la oposición, que no está dispuesta a aceptar que alguien que "no tiene idoneidad moral" siga en su cargo, pero la Presidenta cancela un viaje al exterior para evitar que el Vicepresidente quede al mando. Habrá que ver cómo le va en la apelación, con plazo hasta el viernes. Si el juicio sigue hasta el final, cualquiera sea el fallo será un desgaste para un ya golpeado kirchnerismo y sus ambiciones de prolongar su reinado.
Se dice que los argentinos soportan muchas cosas de sus gobiernos, pero la combinación de la sentencia en EE.UU., el caso de corrupción y, además, las pésimas cifras económicas que están afectando duramente el bolsillo no solo de los más pobres, es demasiado.
Frente a la adversidad, el fútbol es un buen escape. Antes del próximo partido, Argentina ya puede celebrar un gran éxito internacional: el estreno en una Copa Mundial del "aerosol de la barrera", que marca las posiciones para un tiro libre, inventado por un periodista argentino.