Los sicólogos suelen decir que los niños malcriados no nacen, sino que se hacen. O, más bien, alguien los hace. Muchas veces son los padres quienes malcrían a sus hijos, y es común que los profesores en el colegio deban corregir muchas "malformaciones" conductuales que traen los infantes desde sus casas.

Pero esto no ocurre con la miss Carito, quien es la principal autoridad educacional de Santiago. En esa comuna, si un niño venía bien formado desde su casa... tiene posibilidades de ser malcriado en el colegio. Entiendo que ese fenómeno es muy escaso en los países OCDE, pero curiosamente en la capital chilena sí se da.

Veamos.

¿Cuál es la receta perfecta para malcriar a un niño? Recurro nuevamente los sicólogos para recopilar algunos tips:

"Decirle que sí a todo lo que pida; permitirle conductas agresivas, minimizándolas o estimándolas normales; amenazarlo con un castigo y luego no castigarlo; cuando tenga rabietas, se le debe complacer con lo que pida una y otra vez; mostrarle que sus padres o sus figuras de autoridad no están de acuerdo con las normas o los castigos para aplicar".

Como ven, la manera en que han actuado tanto la miss Carito como el profe Pérez (que por estos días y desde hace meses oficia de rector (s) del Instituto Nacional) en el asunto de la "toma" del liceo más emblemático de la patria contradice todos los manuales más elementales de sicopedagogía.

La primera acepción del diccionario define una "toma" como "conquista, asalto u ocupación por armas de una plaza o ciudad", y pone la siguiente frase para ejemplificar su uso: "después de la toma de la ciudad, las tropas invasoras se dedicaron a saquearla".

Estoy de acuerdo, no podemos asignar directamente el significado del diccionario a la "toma" institutana, pero tampoco podemos decir que se trata de un hecho inocuo, pacífico, buena onda o cool .

Pero momento. Revisemos las razones por las cuales se produjo la "toma". ¿Cuáles eran? Ninguna. Al momento de la toma y durante varios días... ¡NO HABÍA PETITORIO! Tampoco razones formales ni nada. En mi pueblo eso se llamaba "pataleta para llamar la atención", y se resolvía, generalmente, de modo rápido y certero. Pero eran otros tiempos y este es otro pueblo.

Lo duro es que las cosas son aún más sorprendentes. La miss Carito y el profe Pérez (quienes solo a veces están de acuerdo respecto de cómo actuar en este caso) encontraron que la "toma" era aceptable si cumplía con algunos requisitos, que no los conozco en detalle, pero, por lo que he visto en los medios, serían: la "toma" debe votarse en una elección democrática; no se debe permitir que sigan entrando mujeres ni bebidas alcohólicas; pueden entrar adultos; siempre que sean ex alumnos, apoderados o profes; no volver a provocar incendios adentro.

Es como decirle a un hijo que puede pegarle a la hermana mientras no le provoque daños visibles o permanentes.

En fin, me inquieta un poco el tema de la educación en el país. A veces no entiendo a nuestras autoridades. El jueves, por ejemplo, el intendente Huenchumilla dijo que hará el acto violento de quemarse a lo bonzo en la plaza para lograr la paz en su región.

No entiendo. O la estrategia que están utilizando es muy brillante o es muy torpe, pero para tipos de capacidad media, como yo, el tema nos queda grande.