Peter O'Toole, Paul Newman y Alain Delon. A cualquiera de estos tres galanes era posible ver en los cines de la capital durante abril de 1964. El primero, encarnaba al mítico "Lawrence de Arabia"; Newman era el protagonista de "El Premio", una cinta de suspenso; y el actor francés era parte del elenco de "El gatopardo", película italiana que hoy es considerada como una de las obras esenciales del cine europeo de esa época. Dirigida por Luchino Visconti y con las actuaciones de Burt Lancaster y Claudia Cardinale, el largometraje transcurre en la Sicilia invadida por las tropas de Garibaldi. En "El Mercurio", la periodista María Romero sentenciaba que no era entretenida, "pero tiene la garra y el deleite de una obra de arte".

Por otro lado, en la cartelera del diario se anunciaba que en el Astor se proyectaba "La salsa de la vida", con Doris Day y James Garner, "la comedia chispeante por excelencia". Del género llamado "comedia a la italiana" era posible ver a Vittorio Gassman por partida doble, en "Il Successo" e "Il Sorpasso". Esta última cinta -que se exhibía en funciones rotativas - era calificada como "el dinamitazo sexy-picante del año".

"Una voz en las sombras" había sido noticia porque su protagonista, Sidney Poitier, había sido premiado con el Oscar, convirtiéndose en el primer actor de color en ganarlo. Toda una sorpresa considerando la discriminación racial existente en Estados Unidos durante esos años.

Para "estrictamente mayores de 21 años" era "El hombre del clavel verde". La crítica la catalogaba como "una verdadera proeza del cine británico", pero la censura católica la calificaba de "inmoral", pues se basaba en los juicios a que fue sometido Oscar Wilde por mantener relaciones homosexuales con un joven lord.

Para mayores y menores se proyectaban dos películas de acción y aventura, "55 días en Pekín" y "El gran escape". Tampoco faltaba el clásico western con John Wayne ("McLintock") y una de terror, "El beso del vampiro". En el diario se advertía que no era recomendable para enfermos del corazón y personas nerviosas, pues "¡gigantescos murciélagos luchaban a muerte con vampiros sedientos de sangre humana!".

¿Qué más? "Los enredos de Marisol", donde se lucía la niña prodigio de la época, la española Marisol, quien cantaba "del flamenco al twist ".