Señor Director:

El nuevo gobierno ha decidido priorizar la desmunicipalización como el camino de rescate de la educación pública. Quiero aportar cuatro puntos principales que creo deben estar presentes en ese debate:

No solo la educación pública es propiedad del Estado. Todo colegio cumple un rol importante en el desarrollo de nuestro país, y por ello tenemos que garantizar igualdad de trato a todo estudiante, independiente de quien administre el colegio.

Es poco razonable pensar que un sistema nacional de educación con solo uno o más actores en cada región va a mejorar las capacidades de cada colegio. Hoy casi no hay ejemplos en Chile de buenos sostenedores que sean capaces de administrar bien del orden de 30 o más establecimientos. ¿Podrá un ente regional administrar bien cientos? Poco probable. Considerando que cada colegio tiene realidades y desafíos distintos, se requieren actores cercanos a cada comunidad educativa. Llevar la educación local al centralismo no es el camino.

Quizás el mayor problema de la municipalización es la falta de accountability y de los pocos incentivos que tiene los alcaldes para mejorar en educación, muchas veces tomando decisiones necesarias que puedan resultar impopulares. Sin embargo, ello puede debilitarse aún más si alejamos a la autoridad educacional de su comunidad, sin blindarla de las presiones políticas.

Por otro lado, el nuevo sistema de aseguramiento de calidad, recientemente implementado durante el gobierno del Presidente Piñera, aumentará las exigencias y los apoyos a todos los colegios.

Debemos cuidar y permitirle madurar a este sistema. El corazón de la educación está al interior de cada colegio, en la sala de clases. Atraer a los mejores profesores, prepararlos bien y reconocerlos más es el camino. No podemos olvidarnos de ello y prometer reformas estructurales que en la práctica son accesorias y no abordan lo principal: la interacción entre el profesor y sus alumnos. Haber postergado la carrera docente es un mal comienzo.

Ena von Baer
Senadora UDI