Atención a suscriptores
Su contrato de suscripción digital está por vencer. Para renovar por un año adicional presione aquí.
RenovarColumnistas
Viernes 28 de marzo de 2014
"Capitán América: el soldado de invierno"
"Esta película, como la mayoría con el sello Marvel, tiene humor, un toque de humanidad, fragilidad y cercanía que, aunque hablemos de cómics, se traduce en personajes vivos de la cultura pop..."
En la lista de cosas pendientes que se ha perdido en la vida, el soldado Steve Rogers (Chris Evans) tiene en el número uno de su libreta el rescate de los mineros chilenos, en medio ver "Star Wars/Star Trek" y lo más reciente, por consejo de un amigo, escuchar "Trouble man", de Marvin Gaye. Steve Rogers, el superhéroe Capitán América, tiene más de 90 años, luce como de 30 y se ha perdido varias décadas de vida porque estuvo congelado mucho tiempo y ha despertado recién hace dos películas atrás.
Esta secuela es una tremenda sorpresa, porque supera a su buena primera parte y forma parte del afortunado arco de películas Marvel, entre las series de cintas de "Iron Man", "Thor" y "Los vengadores", que saben todas ellas, en menor o mayor medida, traducir el espíritu de los superhéroes de la mítica casa editorial. Y esto quiere decir que esta película, como la mayoría con el sello Marvel, tiene humor, un toque de humanidad, fragilidad y cercanía que, aunque hablemos de cómics, se traduce en personajes vivos de la cultura pop.
Los directores de la genial serie "Community", Anthony y Joe Russo, saben conducir entre los siempre inhumanos y caros efectos especiales, y un argumento de pulp o cómic, una historia de matiné entretenida y que logra que un personaje anodino y hasta desabrido, como lo es este símbolo de la propaganda gringa, sea interesante y, de hecho, muy interesante. Esto porque es un símbolo que cuestiona el estado policial en que se ha transformado -en la película, claro- el sistema de seguridad.
Con escuderos con chispa y química, como Scarlett Johansson en el rol de Natasha Romanoff, alias Black Widow, o el siempre secretista Nick Fury, a cargo de Samuel L. Jackson (como Samuel L. Jackson), y con secundarios de peso como Robert Redford, esta aventura fluye rápido y bien, en una maquinaria engrasada con la mejor matiné disponible en el mercado. Si yo fuera alguien que ha estado dormido 70 años, ver esta película estaría entre mis primeros pendientes.
"Captain America: The Winter Soldier". 136 minutos. T.E. + 7.
Esta secuela es una tremenda sorpresa, porque supera a su buena primera parte y forma parte del afortunado arco de películas Marvel, entre las series de cintas de "Iron Man", "Thor" y "Los vengadores", que saben todas ellas, en menor o mayor medida, traducir el espíritu de los superhéroes de la mítica casa editorial. Y esto quiere decir que esta película, como la mayoría con el sello Marvel, tiene humor, un toque de humanidad, fragilidad y cercanía que, aunque hablemos de cómics, se traduce en personajes vivos de la cultura pop.
Los directores de la genial serie "Community", Anthony y Joe Russo, saben conducir entre los siempre inhumanos y caros efectos especiales, y un argumento de pulp o cómic, una historia de matiné entretenida y que logra que un personaje anodino y hasta desabrido, como lo es este símbolo de la propaganda gringa, sea interesante y, de hecho, muy interesante. Esto porque es un símbolo que cuestiona el estado policial en que se ha transformado -en la película, claro- el sistema de seguridad.
Con escuderos con chispa y química, como Scarlett Johansson en el rol de Natasha Romanoff, alias Black Widow, o el siempre secretista Nick Fury, a cargo de Samuel L. Jackson (como Samuel L. Jackson), y con secundarios de peso como Robert Redford, esta aventura fluye rápido y bien, en una maquinaria engrasada con la mejor matiné disponible en el mercado. Si yo fuera alguien que ha estado dormido 70 años, ver esta película estaría entre mis primeros pendientes.
"Captain America: The Winter Soldier". 136 minutos. T.E. + 7.
Síguenos en
Ediciones anteriores
