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Cartas
Jueves 27 de febrero de 2014
Una población en la playa compitiéndole a un humedal marino
Y, si fuera poco, compitiendo con las jóvenes dunas de 2.000 años que acogen aves migratorias, y compitiendo con flora y fauna autóctonas.
Es la playa de Tunquén, a hora y media de Santiago. Libre, solitaria, con aguas revoltosas, que cobran víctimas todos los veranos, pues no son aptas para bañarse. Su anchura, con vegetación local y esas dunas, permitió evitar daños del tsunami del 27-F.
Fue declarada sitio de prioridad Nº 29 en la estrategia y plan de acción para la conservación de la biodiversidad biológica de la Región de Valparaíso (Conama PNUD 2002). Además, fue declarada como sitio prioridad 1 de ecosistemas de ríos, y sitio de prioridad 2 de ecosistemas de agua para sustentabilidad biológica, cuestión muy relevante para este humedal marino.
En cuanto a la avifauna, es sitio de descanso de aves migratorias, como “playeros”, “gaviota de Franklin”, “sarapitos”, entre otras 30 especies. Es a la vez sitio de anidamiento de varias aves en estado de conservación para esta región, como “gallinita ciega”, “chorlito blanco”, “perdicita de las dunas”, “minero”, “colegial” y “pil-pilén”, entre otras. En general, la población de estas aves ha sido diezmada en el litoral central y esta playa es su último refugio.
En cuanto a la flora, en la playa de Tunquén hay varias especies en estado de conservación. Nombro una: Alstroemeria hookeri var recumbes, y omito las demás por sus complicadísimos nombres.
En modo socialmente irresponsable se invadirá con más de 190 casas esta playa, con espacios construidos sobre el humedal de invierno, inundables precisamente en esa estación del año. Si eso fuera poco, el poblado proyectado estará al nivel del mar, a merced de las marejadas. Habrá que ver lo que explicarán el SHOA y la Onemi ante un eventual nuevo tsunami que deje víctimas.
Las aguas servidas contaminarán las quebradas y pozos aledaños y restarán agua al humedal marino hasta probablemente desecarlo, pese a su carácter estratégico para las especies que han logrado sobrevivir en esta playa.
Es la especulación inmobiliaria, famosa en el mundo, capaz de devastar Cerdeña y lugares mitológicos del sur de Italia o Grecia. Claro, es pretencioso de nuestra parte pensar que podría salvarse de la depredación algo de nuestro litoral central.
Solo queda esta playa, plena de vida, lo cual, sin embargo, no frena las ansias de mayores ingresos de la Alcaldía ni los fines de lucro inmobiliarios.
Esperamos que la nueva institucionalidad ambiental —impulsada por la creciente cultura de sostenibilidad de la población— se haga parte activa en este triste desastre, y lo impida.
Clara Szczaranski C.