El director Marcos Carnevale, después de trabajar en publicidad, series de televisión y ganar decenas de premios, se trasladó al cine y en dos de sus películas anteriores, "Elsa y Fred" (2005) y "Anita" (2009), sus protagonistas son personajes destinados a los márgenes y la soledad: el amor de dos viejos y una niña con síndrome de Down.
El de Carnevale es un cine con vocación popular que avanza por la tragicomedia y generalmente tiene éxito.
"Elsa y Fred" tendrá un remake en Estados Unidos, con Christopher Plummer y Shirley MacLaine, y el director es nada menos que Michael Radford, que filmó "El cartero" (1994), también un remake de la película y novela de Antonio Skármeta.
"Corazón de león", eso sí, tiene la marca de la comedia, con apuntes de humor negro y crítica social, más el antecedente de un millón 700 mil espectadores. La cifra la situó en el segundo lugar de las películas argentinas más vistas el año pasado, después de "Metegol" (2013) de Juan José Campanella.
Por lo demás, su protagonista, Guillermo Francella, ha sido actor dramático en ocasiones, pero su línea vertebral es la del comediante que acá cuenta con unos efectos digitales perfectos, que lo transforman en un hombre de un metro y 36 centímetros.
El arquitecto León Godoy es pequeño, pero su personalidad y labia son arrolladoras, y su definición es la de un hombre perfecto al que le faltan 30 o 40 centímetros. Especialista en deportes riesgosos, como saltos en paracaídas o vuelos en parapente. Campeón en el fútbol y natación, experto bailarín de salsa y un profesional adinerado, galante y educado.
Marcos Carnevale cuenta la historia del superhombre, pero al mismo tiempo encuadra los objetos que subrayan la poca estatura de León y eso convierte a la película en un relato delirante: un pisito en la cocina, lo lejos que le quedan los pedales del auto y cuando se sienta en cualquier silla, los pies no le llegan al suelo.
La película por momentos se ablanda y le sale la prédica y el sermón, lo que conspira con el ritmo y un poco demuele el delirio de la historia.
En la parte llena del vaso, es una película divertida, con algún momento excepcional, gracias a un personaje secundario: la secretaria Corina (Jorgelina Aruzzi).
La abogada Ivana Cornejo (Julieta Díaz), la jefa de Corina, se ha enamorado del pequeño León, y la secretaria deslenguada no aguanta los chimes y la morbosidad, porque desea saber los datos y longitudes de una historia de amor que supera su entendimiento.
En esas circunstancias de trance y curiosidad, lanza una parrafada delirante sobre los argentinos, sus creencias y costumbres.
Una Corina iluminada habla de una sociedad hipócrita y tramposa que discrimina por raza, dinero, religión o defectos físicos.
Lo que es bueno para Argentina, también lo es para Chile. Y no es chiste.
"Corazón de león". Argentina-Brasil, 2013.Director: Marcos Carnevale. Con: Guillermo Francella, Julieta Díaz, Jorgelina Aruzzi. 94 min. TE +7.