Este es un remake de una película de 1947 y la nueva versión, dirigida y protagonizada por Ben Stiller, es muy superior a la original.
La versión antigua de Norman Z. McLeod fue una historia simplona, básica y tontorrona como tantas comedias del cantante Danny Kaye, que como actor fue inaguantable, y una de las escasas excepciones a esa regla fue "Nace una canción" (1948), de Howard Hawks.
Ahora hay otra columna vertebral: la historia de la revista "Life", que durante más de un siglo pasó por distintas etapas y en su época más gloriosa, entre 1936 y 1972 y cuando fue semanal, tuvo su eje periodístico en la fotografía. Después fue mensual, suplemento de periódicos y finalmente terminó como página web.
El guión adapta y acomoda esta historia, donde unas magníficas fotografías, por encuadre, oportunidad y riesgo, eran capaces de despertar y agitar la imaginación de los lectores.
Las imágenes que valen mil palabras, la fotografía como arte y una portada como síntesis de una época, son parte de la cultura de "Life", y en esa empresa trabaja Walter Mitty (Ben Stiller) como jefe de la división de negativos.
Es un hombre de 42 años, opaco, tímido y silencioso, cuyo único bien y refugio puede ser su imaginación, porque con ella se convierte en superhéroe, conquista a la mujer que quiere, pulveriza a un jefe tiranuelo y acomete todo tipo de aventuras.
Ben Stiller, ahora como director, filma los pasillos desnudos de la empresa y la tristeza que cae sobre los empleados, cuando se anuncia que "Life" pasará a ser un medio online y que en ese proceso de transición habrá desmantelamientos y despidos.
El número en el que trabajan es el último y la portada final será una fotografía de su hombre estrella, Sean O'Connell (Sean Penn), que desde Groenlandia, Islandia o Afganistán envió un rollo de fotografías al empleado de siempre: Walter Mitty.
Si O'Connell es el positivo de las imágenes que van en portada, Mitty es el negativo y un hombre de páginas interiores, callado e inadvertido.
"La increíble vida de Walter Mitty" tiene un aire de collage o de grafiti, como si fuera una historia pasajera e intrascendente, y eso la convierte en una película frágil y liviana, durante un primer tiempo y algo más.
A medida que transcurre, sin embargo, se convierte en algo distinto y la amenaza es una de las clásicas: se empieza tomar en serio.
Igual es una película rescatable y el broche final es la comedia extraña y romántica, con alguna secuencia o personajes delirantes.
En lo general, lo más destacado puede ser una breve historia a lo Benjamin Button.
En lo particular, la nacionalidad de unos marineros de un barco islandés, que cuando pisan puerto se convierten en una pandilla de "horny chileans", donde "chilenos excitados" sería la traducción amable.
"The secret life of Walter Mitty". EE.UU., 2013. Director: Ben Stiller. Con: Ben Stiller, Kristen Wiig, Ted Hendricks. 114 minutos. TE.