Señor Director:

Ayer, "El Mercurio" publicó extractos de una intervención del ex ministro Nicolás Eyzaguirre ante militantes del PPD. Aunque no fui compañero de curso del señor Eyzaguirre, tuve el privilegio de estudiar en el Verbo Divino. De este extraordinario establecimiento educacional han egresado unos siete mil chilenos de distintos orígenes que hoy ocupan diversos cargos, en distintos niveles, empezando por el Presidente de la República, Sebastián Piñera.

No da el espacio aquí para mencionar los cientos de servidores públicos ex alumnos del Verbo Divino que desde sensibilidades políticas distintas le han dado fuerza y permanencia a su positiva influencia en la vida nacional. La afirmación de que "muchos alumnos de mi clase eran completamente idiotas: hoy día son gerentes de empresas. Lógico, si tenían redes. En esta sociedad no hay meritocracia de ninguna especie" es francamente odiosa.

He dedicado 18 años a entrevistar a profesionales interesados en buscar un nuevo trabajo, y le puedo informar al señor Eyzaguirre que su afirmación en esta materia es destemplada, errónea, y además revela una soberbia inaceptable para un hombre público de su nivel. En Santiago hay unas 120 empresas de head hunting que evalúan en forma profunda las competencias de los candidatos que pretenden aspirar a un cargo de gerente. Ser ex alumno del Verbo Divino o del Instituto Nacional como único antecedente no es ni remotamente suficiente para lograr un cargo. Después del colegio o liceo viene la universidad, los idiomas y la trayectoria laboral, tras lo cual se completa un proceso complejo y de alta meritocracia.

Tratar a muchos de sus compañeros de idiotas es una ofensa gratuita, plagada de odio y de resentimiento. En mi curso del Verbo Divino éramos 35 compañeros, nos vemos habitualmente, nos queremos, no hay ningún idiota, y nunca a alguno de nosotros se le ocurriría decir una idiotez tan tremenda como la expresada por el ex ministro.

Comentarios como los de este personaje público son los que impiden que Chile se reencuentre y mire al futuro. Le puedo asegurar al señor Eyzaguirre que saldrán muchas voces para defender a un gran colegio, que ciertamente nos enseñó de prudencia y de ubicación. No analizaré aquí los demás aspectos de sus declaraciones, los cuales también están plagados de contradicciones y de errores. Sí le puedo garantizar que un gran número de agradecidos ex alumnos del Verbo Divino estaremos atentos a su futuro actuar en política, pues Chile necesita líderes inclusivos, palabra que usted repite muchas veces.

Sus declaraciones son un monumento a la exclusión y a la arrogancia.

Andrés Montero J.
Ex presidente Centro de ex Alumnos
Colegio del Verbo Divino