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Editorial
Lunes 06 de enero de 2014
Nuestro país y la revolución del gas de esquisto
Chile sería el tercer país latinoamericano y el 14o en el mundo en reservas de gas de esquisto a ser explotadas técnicamente, en particular en la cuenca de Magallanes. Se trata de un desafío que el país debe acometer...
Los avances tecnológicos impulsados en EE.UU. que permiten extraer petróleo, pero además -y especialmente- gas natural, desde las formaciones rocosas sedimentarias de grano muy fino donde se encuentran atrapados, abren una revolución energética. La baja permeabilidad del esquisto impide el ascenso a la superficie de los combustibles fósiles que ahí se encuentran, por lo que la nueva tecnología fractura hidráulicamente la roca para extraerlos. Y una vez alcanzada la profundidad necesaria, permite acceder horizontalmente a los lugares donde se encuentran, ampliando a dos dimensiones las zonas exploradas, lo que expande la capacidad extractiva de una perforación.
El impacto es enorme. EE.UU. se acerca a ser autosuficiente en petróleo y, más aún, en gas, con excedentes exportables importantes, especialmente de este último combustible. Esto modifica su dependencia energética respecto del Medio Oriente -con el consiguiente efecto geopolítico- y los requerimientos de petróleo venezolano, lo que ha afectado a este último país, ya complicado en su producción y su política de precios internos, y por la ayuda que ofrece a naciones cercanas, lo que también modifica la influencia de la "revolución bolivariana". En general, el mundo dispondrá de mayor cantidad de petróleo y gas de lo que se pensaba. Esto extenderá la era de los combustibles fósiles, que parecía llegar a su fin, dando tiempo para desarrollar las energías no convencionales, aunque la inesperada abundancia de los primeros desincentivará esfuerzos por impulsar las segundas.
Para Chile, estas son, en general, buenas noticias. Por una parte, habrá seguramente más gas importado a mejores precios para generar energía eléctrica internamente y, por otra, es posible que nuestro país tenga reservas de gas de esquisto que modifiquen nuestra dependencia en esta materia. Según un informe de 2012 de la agencia EIA, del gobierno de EE.UU., Chile sería el tercer país latinoamericano y el 14 {+o} en el mundo en reservas de gas de esquisto a ser explotadas técnicamente, en particular en la cuenca de Magallanes. Se trata de un desafío y una oportunidad cuya confirmación el país debe acometer, dada la delicada situación energética en que nos encontramos.