Este es el tercer largo de Lucía Puenzo y quizás el último en que sea necesario identificarla como la hija del cineasta argentino Luis Puenzo. En diferentes latitudes ha sido estrenado con el título
Wakolda, que pone el énfasis en la niña que la protagoniza, o
El médico alemán, que centra la atención en el principal personaje masculino.
Wakolda es una muñeca desventrada que la niña Lilith (Florencia Bado) tiene por favorita. El alemán es el doctor Helmut (Álex Brandemühl), a quien le llama la atención que Lilith sea demasiado pequeña para sus 12 años de edad.
Es la Patagonia argentina, en 1960. El doctor Helmut, recién llegado, se acerca a la familia de Lilith justo cuando el grupo emigra a las cercanías de Bariloche para hacerse cargo de una hostería abandonada. La madre, Eva (Natalia Oreiro), que creció en ese lugar y aprendió alemán en la escuela nazi de la zona, está embarazada y se convierte en un segundo objeto de interés para el médico extranjero. El padre, Enzo (Diego Peretti), es hostil a esta intrusión inesperada, pero el doctor descubre la manera de tranquilizarlo apoyando su afición a fabricar muñecas.
La intriga se completa con una archivista vendida de Buenos Aires, Nora (Elena Roger), que observa y vigila al doctor Helmut. Pronto se hace evidente que Nora es agente de otras fuerzas, que se revelan cuando recibe un mensaje cifrado: “Primero Eichmann, después Mengele”. Es la cacería de los nazis fugitivos de la guerra lanzada por Israel a través de toda Sudamérica desde fi nes de los 50.
El doctor Helmut experimenta con hormonas para forzar el crecimiento de Lilith y sigue con detalle el embarazo de mellizos de su madre. En paralelo, financia el desarrollo de la fábrica de muñecas. Dos formas de anatomía convergen y chocan en este no muy sutil debate entre la igualdad y la diferencia, lo único y lo masivo, lo humano y lo industrial.
El trabajo de Helmut con la familia avanza contra el tiempo, pero más por las señales de enfermedad de sus pacientes que por el hecho de que pueden estar tras sus huellas. Esto último solo se vuelve visible cuando se difunde la noticia de que en Buenos Aires ha sido secuestrado Adolf Eichmann, responsable de la “solución final” en Polonia. Tras él, ya se sabe, queda el doctor Joseph Mengele, “el ángel de la muerte” de Auschwitz.
Lucía Puenzo ha conseguido reunir a un nivel más alto las preocupaciones por la genética y el crecimiento que eran los materiales de sus anteriores películas,
XXY y
El niño pez. Es una cinta oscura, de interiores opresivos y contrastantes con la monumentalidad del paisaje, dotada de la visualidad de un cuento gótico infantil. Adolece de un guión demasiado armado, con claves y elementos que parecen incrustados a la fuerza –las fotos viejas, un puñal, la propia Nora–, pero está por encima de los defectos parecidos de las cintas anteriores. Puenzo avanza. De a poco.
WAKOLDA. Dirección: Lucía Puenzo. Con: Álex Brendemühl, Natalia Oreiro, Diego Peretti, Elena Roger, Florencia Bado. 93 minutos.