AUTOCRÍTICA, PROPUESTAS NUEVAS, estrategias en terreno y estilo más personal, coloquial y directo para llegar a la gente —además de las caras con que llenó de juventud a su comando— trae la arremetida 2.0 que inició esta semana Evelyn Matthei, para las cuatro que le pone por delante la inesperada oportunidad de remontar en una segunda vuelta.El ánimo que se siente hoy en el entorno es distinto y recuerda al que se encendió en agosto, cuando su proclamación como candidata fue recibida con la esperanza de que una apuesta de “mujer contra mujer” sería al fin lo mejor para enfrentar la avalancha Bachelet. Hasta que la ilusión se fue apagando, arrasada por el septiembre negro de las conmemoraciones de los 40 años del golpe, la encuesta CEP y los etcétera, etcétera que torpedearon el camino.

Sobre las experiencias de los cien días de campaña y sus lecciones íntimas conversé con algunos de los que los vivieron y sufrieron desde dentro del equipo; sobre lo que viene —el llamado “golpe de timón de Lavín”— conversé con algunos de los que llegan, más allá de los discursos oficiales.

SANA ES LA AUTOCRÍTICA, que en este caso es más bien un análisis de las circunstancias que hicieron que la mística se fuera diluyendo y la candidata quedando progresivamente —aunque estoica y firme, siempre— muy sola.

(Se han comentado, por ejemplo, las imágenes que mostró la televisión el día de la votación. Luego de sufragar, Michelle Bachelet se dirigió a un “punto de prensa” con podio y micrófono para dar sus mensajes; Evelyn Matthei, en cambio, habló en un pasillo de su local de votación en medio de una confusión de cables, micrófonos y periodistas; se la veía muy cansada).

Clave en el desánimo fue la actitud de los candidatos a senadores y diputados, los que en un 80% decidieron desmarcar sus campañas de la abanderada presidencial. Nunca levantaron fotos junto a Evelyn Matthei. Entre las excepciones, Iván Moreira, el senador triunfador en Los Lagos; pues bien, la votación de ambos se emparejó.

De ahí se pasa directamente a la autocrítica siguiente: la pobreza de muchas de las actividades cuando recorría regiones y —nuevamente con excepciones— que no había rastro de los candidatos parlamentarios, ni de los alcaldes. “No quedaba más que improvisar… y se improvisó demasiado”, me comenta uno de sus leales escuderos.

EL DÍA MÁS AMARGO DE LOS 100 DE CAMPAÑA, me aseguran, fue el 29 de octubre, en que coincidieron la encuesta CEP, que le dio solo el 14% de apoyo, y el debate presidencial en la televisión.

El “chaparrón” del Centro de Estudios Públicos fue monumental. Era el golpe de gracia que la convertía en una “pesada mochila” —según sus palabras— para los candidatos de su sector. Por la noche quedaría tremendamente disconforme con su propio desempeño en el debate televisivo, sabiendo que ese escenario era uno de sus plus absolutos; “las cosas, sin embargo, salieron al revés, hasta con el vestido que usó”.

Pero lo peor estaba por venir. Luego de la encuesta, hasta los “donantes” privados comenzaron a bajar y bajar el monto de sus cheques, y a redireccionarlos. La disparidad en el aporte del mundo empresarial llegó a tal punto que una transnacional donó 300 millones de pesos al comando Bachelet y 25 millones al de Matthei.

“Era un balde de agua fría diario”, me lo definió uno de los leales en el comando. “A veces la Evelyn perdía el ánimo y la paciencia, pero los recuperaba y hacia afuera nunca le faltó el aplomo”.

EL ELENCO DEL COMANDO PARA ESTA ETAPA 2.0 obedece a una planificación rápida, pero cuidadosa. El triunvirato que dirige son militantes de RN, la UDI y Evópoli, pero también personas con las cuales Matthei se siente cómoda y que tienen sellos compartidos: no han estado involucrados en ninguna de las guerras históricas de la Alianza, con heridas sin cicatrizar; los tres tienen un background social y conocen el mundo popular. Felipe Kast, como encargado de campamentos del Gobierno; Rodrigo Delgado, un alcalde que se cuadró con ella y en cuya comuna —Estación Central— fueron sus mejores y más alegres actos de campaña, y Karla Rubilar, la diputada por Conchalí, una del pequeño club que hizo su campaña en conjunto con su abanderada presidencial.

La UDI seleccionó como sus cartas jóvenes a Gustavo Hasbún, Ernesto Silva, Andrea Molina y Jaime Bellolio. La directiva de RN apostó por Mario Desbordes, Marcela Sabat y Cristián Monckeberg, al tiempo que la senadora Lily Pérez confirmó su papel de vocera. Evópoli puso al ex ministro y actor Luciano Cruz-Coke y a Hernán Larraín Matte.

“Fue muy sorpresivo y notable lo que pasó. Nos llamó a las 11:00 de la mañana para que nos juntáramos a las 15:00 horas. Nadie dijo que no. Los que estábamos en Valparaíso pescamos el auto… fue bien contagioso”.

Los presidentes de los partidos deberían “desaparecer” del primer plano en esta etapa, así como los senadores que conformaron el comité estratégico que, en todo caso, seguirá reuniéndose.

Jorge Saint Jean, que se ha ganado la confianza de Evelyn, sigue a su lado en el frente clave de la “puesta en escena”, que ahora debe debutar con una nueva franja televisiva y prepararse para la segunda ronda de los debates presidenciales a dos bandas. Y Joaquín Lavín, cerebro de este diseño 2.0, será el consiglieri en la sombra.

De que la modernidad llegó da cuenta su forma de relacionarse: abrieron un WhatsApp colectivo titulado “Dirección Campaña”.

ASEGURAN LOS RECIÉN LLEGADOS que han recibido toda suerte de llamados y mensajes de personas que quieren colaborar: “profesionales jóvenes que trabajan en el Gobierno, militantes, independientes, nos preguntan cómo ayudar; es un desafío canalizar a toda esa gente que quiere colaborar para decir que la derecha existe, que no se ha muerto, que tiene gente joven”. De ahí que a Karla Rubilar se le ocurriera plantear que cada votante de Matthei lleve a uno que no fue a votar a hacerlo el 15 de diciembre.

Ellos mismos no quieren aparecer como un grupo cerrado. Por eso —pragmáticamente— incorporaron a Antonio Horvath Gutiérrez, ex candidato a diputado por Aysén e hijo del polémico senador.

“ESTA ES UNA ELECCIÓN COMPLETAMENTE ABIERTA, porque 6 millones y medio de chilenos no fueron a votar el 17”, dicen los nuevos dirigentes al tiempo que planifican: primero avanzar desde los 25 puntos alcanzados por la candidata en primera vuelta, al 36% del resultado parlamentario, es decir reunir al voto de derecha con un trabajo colectivo.

Y de ahí para arriba, a conquistar a los que se abstuvieron, mapa en mano. Cruzando las votaciones se están organizando los desplazamientos de la candidata. “No más al tincómetro”, me dicen.

Personajes clave de esta estrategia —aparte de los parlamentarios que ahora están “cuadrados”— serán los alcaldes, ahí donde la Alianza cuenta con ellos. Coty Reginato en Viña; Luis Plaza de Cerro Navia; Miguel Becker de Temuco; Germán Codina de Puente Alto; Rodolfo Carter de La Florida, y Eduardo Soto de Rancagua están en la primera línea de este diseño de capitalizar a figuras populares, con votaciones muchas veces más altas que las conseguidas por parlamentarios, y con perfil más cercano a las necesidades de la gente y más lejano de la política. “Lo que hizo el alcalde Guevara en Lo Barnechea, poner gigantografías con la candidata, hay que replicarlo en otras partes”.

QUE APAREZCA LA VERDADERA EVELYN, pregonan sus nuevos “comandantes”. Porque también hay una autocrítica hacia la actitud dura, demasiado severa, que muchas veces sostuvo Evelyn en la primera campaña. Muy apegada a los dictámenes de los partidos y menos ella misma.

“Queremos a la Evelyn encantadora, franca y personal en sus planteamientos, que ponga su fortaleza en sí misma y no en atacar. De otra forma se crea una imagen odiosa y ninguna elección se gana así. No se le puede pegar al que está arriba; eso es un error. Y menos a una persona incombustible como Bachelet”.

Pero hay más en la performance que podría estrenar la candidata en esta etapa. Y es la forma de plantear sus propuestas.

“Nosotros somos aficionados a hablar de mejorar el empleo, la salud, etcétera, pero somos malos para llegar a la gente y explicarles lo que queremos para su bien. Decirle, por ejemplo, a la señora mayor que nos importa que tenga una pensión digna, lugares donde recrearse; que no va a tener que gastar toda su plata en remedios, que va a tener un barrio seguro”.

Es el discurso que están aportando los jóvenes que han llegado al comando con experiencias electorales y de contacto con sectores populares.

“Esa cosa de la excelencia, de la eficiencia de la gestión, de las buenas finanzas públicas, lo debemos dejar para nuestras discusiones internas. Pero a la gente tenemos que explicarle que realmente nos preocupamos por ellos, porque nos importa y nos ponemos en su lugar”.

“La Evelyn es muy capaz de hablar con el corazón y cuando lo hace es infinitamente mejor candidata. Creo que ahora va a poder hacerlo porque ha tenido un renacer. Está contenta. Se ve frente a un escenario abierto rodeada de personas leales la derecha del futuro”, dice una de las mujeres que tiene más próximas.

NUEVAS IDEAS, en sintonía con las preocupaciones de la gente joven que se incorporó, se discuten y se preparan para darle otro frente de novedad a esta etapa clave.

Los pilares del mensaje seguirán siendo los mismos, con las pensiones en primerísimo lugar, el combate a la delincuencia y la mayor justicia y equidad. Propuestas nuevas habrá muchas más a partir de esta semana.

Pero entre las cosas que miran, hay un par que me llama la atención.

Una tiene que ver con las preocupaciones medioambientales que tan bien recogió el candidato Alfredo Sfeir. Por encargo de Matthei se trabaja en propuestas para manejar mejor el candente tema de la basura, el de la contaminación, el de los recursos hídricos y las emisiones de CO2. La candidata se ha pronunciado contraria a los alimentos transgénicos y en cambio es partidaria de privilegiar y subsidiar modos de transporte que usen gas comprimido, así como los vehículos eléctricos.

En el frente de las universidades estaría por plantear una “revolución” para adecuar la educación superior a los tiempos modernos… El abordaje va por un énfasis en la calidad y por el cambio de los ciclos para que los estudios tengan un inicio que no obligue al muchacho a tomar decisiones profesionales definitivas en forma apresurada, más salidas intermedias durante los estudios y un énfasis menos profesionalizante.

En tecnologías de la información ven la posibilidad de que el Estado entre como actor para que lleguen con la misma modernidad a los barrios populares que la que tienen en los barrios acomodados. Wifi de la misma calidad para todos es un mensaje original que habla de los inputs 2.0 aportados por el nuevo comando.