Señor Director:

En tiempos en que las discusiones ideológicas han caído en franco desuso, es interesante el debate que se ha producido entre el senador Zaldívar (DC) y el diputado Montes (PS) sobre la educación gratuita que postula el programa de Bachelet.

Zaldívar manifiesta dudas sobre dar educación gratuita a todos los chilenos y afirma que hay algunos dirigentes de su partido que piensan que “la gente con recursos debe financiar su educación”.

¿Qué dice Montes? Desde luego que esta educación gratuita se financiará con los impuestos que pagarán los ricos, pero lo más interesante es lo que Montes dice después: “No solo basta con la educación gratuita, sino con lo que hacen los profesionales después. No puede ser que los médicos no vayan a los consultorios de atención primaria porque dicen yo me compré la carrera, y se preguntan por qué voy a tener que ir al consultorio de atención primaria, eso hay que reponerlo y eso tiene que ver con que el Estado les da la posibilidad”.

Si entiendo a Montes bien —y la señora Bachelet o sus voceros deberían aclarar este punto que me parece de gran importancia—, él dice que la educación gratuita es solo gratuita durante el período de estudio, pero que finalmente se va a pagar en tiempo de trabajo, pues los chilenos que estudien con plata del Estado van a tener que trabajar donde el Estado les ordene. Montes usa la palabra “reponer” y usa el ejemplo de los médicos que en el futuro estudiarán “gratuitamente” (las comillas son necesarias después de la aclaración de Montes). Los médicos deberán reponer el pago que el Estado hace de sus estudios de medicina trabajando —aun contra su voluntad— en los consultorios de atención primaria. ¿En qué consultorio? ¿Por cuánto tiempo? Las autoridades del Estado decidirán.

Si el Estado nos va a obligar a trabajar en algo, también puede obligarnos a estudiar lo que el país más necesita, que no es necesariamente lo que yo quiero estudiar. Claro, si el Estado paga la educación de todos y me puede obligar a trabajar en lo que no quiero, ¿por qué no podría obligarme a estudiar lo que no quiero?

Está apareciendo con toda su fuerza el socialismo real, aquel sistema que privilegia el colectivo por sobre las libertades individuales. Algunos iluminados decidirán qué estudiaremos y dónde trabajaremos. ¿Es este el Chile que queremos para el futuro?

Julio Dittborn