Sin duda es menor a la película original, dirigida por el talentoso Matthew Vaughn en 2010, pero me sumo a los elogios de Quentin Tarantino para esta secuela de Jeff Wadlow. Superproducción con espíritu de cine B, sigue con las desventuras de un chico común (Aaron Taylor-Johnson) que desea ser un superhéroe en el mundo real. Y para seguir su cruzada busca alianza con su antigua camarada, Hit-Girl (Chloë Grace Moretz), ahora una adolescente que trata de encajar en la secundaria sin golpear a nadie. La presencia de Jim Carrey como un vigilante cristiano o del villano a cargo de Christopher Mintz-Plasse no suman tanto como la gravedad que entrega la joven Chloë Grace Moretz ("Hugo Cabret"), estrella en ascenso que sabe imprimirle carácter y volumen a esta fiesta de cine camp, de cine chatarra asumido y que no decepciona. No apto para amantes del cine arte contemplativo.
Acción. EE.UU. 113 minutos. Mayores de 14.