Señor Director:

El pueblo de Chile debe ser informado de que un proyecto de ley así llamado de los “obtentores vegetales” ha sido aprobado por la Cámara de Diputados, y está en tabla para su discusión en el Senado.

Este proyecto abre la posibilidad de que ciertos productores de semillas obtengan la propiedad intelectual de determinado tipo de ellas, amparados por una normativa que les daría las garantías necesarias para que controlen la alimentación de los ciudadanos en beneficio propio (primer paso para derivar luego hacia la industria de los transgénicos).

La clase política chilena, por su escasa o nula cultura humanística, está aún muy distante de la nueva filosofía política que comienza a emerger en el mundo para salvar la naturaleza de la depredación y a los ciudadanos de la dependencia absoluta y la miseria psicológica. Esa nueva filosofía enseña que los problemas sociales forman un todo indisociable con los problemas ecológicos y culturales.

El político que no lo entienda así, aunque no se dé cuenta, pertenece a una filosofía política que durante décadas ha estado llevando al mundo a un despeñadero.

Gastón Soublette