La inauguración del control integrado en el paso Jama con Argentina, en la Región de Antofagasta, debería acelerar los planes para la eliminación de la doble detención en otros puntos de la frontera terrestre y para simplificar los procedimientos administrativos para el tránsito de personas y cargas hacia los países vecinos.

Solo está en funcionamiento un reducido programa de esta especie y únicamente con Argentina, con tres controles integrados -Jama, Cristo Redentor e Integrado Austral-. Sigue demorada la materialización de este sistema en otros 10 pasos con ese país. Los convenios binacionales se encuentran en forma, pero las obras no se inician. Las cancillerías han cumplido con sus trabajos, no así las respectivas reparticiones encargadas de la infraestructura.

Jama es un buen modelo de integración: ofrece una misma instalación, en este caso en Argentina, para realizar todos los trámites migratorios, aduaneros y fitosanitarios por funcionarios y policías de los dos países. En otros casos, la modalidad es de doble cabecera. Aunque con una sola detención, se mantienen instalaciones a los dos lados del límite, utilizables separadamente por los transeúntes, según sea el país de entrada.

El convenio con Argentina fue suscrito en 1997 y se ha materializado con extrema lentitud. Hay pasos fronterizos con tráficos varias veces superiores a los de Jama -que apenas recibe 100 vehículos diarios-, a los que debería darse prioridad.

Sorprende la situación con Perú. Recién en 2011 se suscribió el convenio para la integración de complejos aduaneros, pero su tramitación sigue pendiente en Lima. Chacalluta-Santa Rosa es con mucho el de mayor utilización en el tránsito con los tres países vecinos, el único relevante con Perú, pero sigue siendo objeto de duplicación de detenciones para cargas y personas.

Con Bolivia, el convenio fue aprobado en 2004. Aunque su reglamento se encuentra inconcluso, el tratado es lo suficientemente operativo para permitir el funcionamiento del sistema integrado en sus tres principales pasos fronterizos: Visviri-Charaña; Chungará-Tambo Quemado y Colchane-Pisiga.

Tan importante como la construcción de instalaciones para complejos aduaneros integrados es la simplificación de los documentos y procedimientos respectivos, así como la disponibilidad y coordinación de los funcionarios para su verificación. Son corrientes los atochamientos y reclamos provocados por estas carencias que inciden en el comercio y el turismo vecinal, y que afectan especialmente a las provincias fronterizas, y en particular a las poblaciones en condiciones de aislamiento.