Señor Director:
Su editorial "
Más impuestos, menor inversión y crecimiento" es cierto para el mundo en general, pero en el caso chileno no es claro.
En sistemas económicos con impuestos no integrados, un alza de gravámenes a las empresas baja sus inversiones y el crecimiento del país, y también afecta negativamente a la productividad de la mano de obra y los salarios. En Chile, dado que los impuestos son un anticipo a los gravámenes finales que pagan las empresas, el efecto es menor, debido a que solo tienen una consecuencia financiera de adelantar el pago de impuestos. Las empresas reciben menos financiamiento sin costo del Estado para sus inversiones. Lo anterior es particularmente relevante en las pymes, dado que el imperfecto y oligopólico mercado financiero local las tiene prácticamente fuera del mercado formal. En las empresas grandes integradas al mercado mundial de capitales, el efecto es marginal, afectando solo sus proyectos menos rentables.
La solución al problema de lograr una mayor equidad sin afectar el crecimiento de la economía y los salarios reales es trivial. Se debería subir de 20% a 30% el impuesto de 1.era categoría a todas las empresas; dejando las primeras 10.000 UF reinvertidas exentas de pago hasta que sean distribuidas. Esto incrementaría sustancialmente las inversiones de las empresas pequeñas y medianas que otorgan el 80% del empleo nacional, afectando solo marginalmente las inversiones de las empresas grandes. Con esta propuesta, Chile tendría mayor crecimiento, más empleo, mejores salarios, mayores recaudaciones y sería más equitativo, logrando que los que ganen más paguen más.
Paul Fontaine B.