Marco Antonio de la Parra presenta en "La UP" el convulso clima que se vivió en Chile en el período del gobierno de la Unidad Popular. Crítico del gobierno militar en "Lo crudo, lo cocido, lo podrido", en esta obra recuerda situaciones que se vivieron en tiempos de la UP, desabastecimiento, compras innecesarias si algo llegaba a estar a la venta, posiciones extremistas que presionaron a Allende, diferencias internas que llevaron al quiebre de las familias, dolor por el deterioro de un proyecto en el que se habían puesto muchas esperanzas. Es un ejercicio de memoria, necesario, cuando ya han pasado más de cuarenta años y buena parte de nuestra sociedad sabe de estos hechos solo por referencias.
Marco Antonio de la Parra ha hecho varios de estos ejercicios de memoria. Acaba de terminar una proyectada trilogía que dejó en díptico: "La Sangre de Xile" y "El dolor de Xile", apretadas síntesis de nuestra historia, que parten en la Independencia y llegan hasta el golpe de Estado de 1973. De 1996 es "La pequeña historia de Chile"; el año 2008 presentó "Pancho Villa", obra que indaga en nuestras desmesuras y violencias latinoamericanas.
"La Up" nos trae los gritos, cantos y consignas que llenaban las calles en los años 70. "El que no salta es momio, el que no salta es momio", "Allende, Allende, el pueblo te defiende", "No nos moverán, no nos moverán" ,"Chile es y será un país de libertad" y también la canción de Nino Bravo "Libre, como el ave que escapó de su prisión, y puede al fin volar" que partió en el Festival de Viña e inundó todo Chile. Volvemos a aquellos días, repasamos a la distancia lo que pasó. Nos damos cuenta de que sabíamos y entendíamos muy poco. Difícil es pensar "La UP" solo como teatro. Las resonancias emotivas sobrepasan ese plano.
Lo más dolorosamente dramático de la obra es el resquebrajamiento de la familia. Mario, médico socialista, entiende su profesión como un servicio, solo atiende en policlínicos y muchas veces no cobra nada; Elvira, su esposa, para asegurar la economía familiar, cose ropa de niños. Él es un socialista ilusionado con el triunfo de la UP, ella una demócrata cristiana que igual aspira a una mayor justicia social, pero se sentía más segura en el gobierno de Frei. Lo que era una pequeña diferencia en los procedimientos, se transforma en una discrepancia que los lleva incluso a abofetearse. La situación culmina cuando ella dice lo que dijeron muchas esposas aquí y en el exilio: "Yo me casé con otro hombre, no quiero un militante, quiero un padre preocupado de nuestros hijos, un marido que me quiera a mí y no solamente a su causa y su partido". El hijo, Carlitos, estudiante universitario de Medicina, artista e idealista, quiere acciones más radicales y llega a oponerse a su padre, al que tilda de lamentable reformista.
Si bien es buena la mezcla del texto de recuerdos vivos y personales de De la Parra con la dirección moderna de Francisco Krebs, algo hay en el final que no me calza. Son muy buenas las actuaciones de Hernán Lacalle y Paola Volpato; dan tensión al ritmo rápido y enérgico de las breves escenas yuxtapuestas. Alguna lámpara volcada, las proyecciones, esa hoguera en la que se queman objetos comprometedores, y un subterráneo en el que alguna vez reptan los personajes, muestran el caos y el temor de esos tiempos. La obra tiene forma circular, comienza el día del golpe militar, los padres lanzan a una hoguera libros y panfletos de su hijo. Luego retrocedemos al tiempo del gobierno de Allende y a los problemas de desabastecimiento, y termina con una vuelta al día del golpe. Todo ese tránsito de la euforia a la desazón concluye con dos escenas algo graciosas: un traumatólogo sorprende a los familiares de quien opera de una rodilla al salir apresurado del quirófano y volver con el distribuidor de su auto, que iba a ser "expropiado" por el MIR para luchar en las calles, con esa pieza en la mano responde, en broma, que empleará alta tecnología en la operación; la otra situación es la de un amigo que se había apoderado de una tanqueta de Carabineros y pregunta dónde llevarla para defender al gobierno... a lo que el médico responde: "Perdimos h..., perdimos". De fondo se escucha una conocida canción de los Rolling Stones que dice: "You can't always get what you want... but if you try, sometimes you might... get what you need". La canción es de ese tiempo y su letra algo corresponde a la situación, pero aquí no calza; la gran derrota, los años de exilio, las rupturas familiares, los cuarenta años que han seguido... piden otro clima. La búsqueda de un buen efecto teatral de término, no puede permitirse este final.
Teatro Universidad Finis Terrae
Ubicación: Pocuro 1935
Temporada: Hasta el 8 de septiembre
Horarios: Jueves y viernes a las 21:00 horas, sábado a las 20:30 y domingo a las 19:30.
Entradas: $6.000 general, $3.000 estudiantes y tercera
edad. 2x1 Club de Lectores "El Mercurio".