Señor Director:
En el último mes hemos podido informarnos a través de "El Mercurio" de
distintas visiones sobre el sistema de financiamiento compartido. Es muy positivo que para cambios tan importantes como los que se plantean se consideren los costos y beneficios que traería la medida y se planteen los argumentos de fondo detrás de esta. Sin embargo, los argumentos en defensa del financiamiento compartido parecen contradictorios y no se debe recurrir a descalificaciones para menospreciar el argumento del otro y con ello buscar mantener el
statu quo para que este sistema continúe. Por esto creo necesario plantear el fondo nuevamente.
El Mineduc, a través de sus asesores, ha planteado en reiteradas ocasiones que no se cuenta con evidencia causal para terminar con este sistema, pero cae en la inconsecuencia de no presentar evidencia causal alguna a favor de este (ya que no existe). También plantea que terminar con el financiamiento compartido "sería una política experimental a costa de los niños y niñas de nuestro país", pero olvida que este sistema es una "política experimental" inventada por la derecha e implementada por la Concertación desde 1993.
Así también, al no contar con evidencia causal, no podemos desconocer los análisis de correlación encontrados y las cifras que tenemos: los colegios particulares subvencionados con copago segregan más que los sin copago y municipales; el porcentaje de estudiantes vulnerables en colegios con copago es de 21% versus 44% de colegios gratuitos, y seguimos siendo el segundo país más segregado educacionalmente del mundo.
También Libertad y Desarrollo se ampara en la libertad de los padres contenida en el artículo 26 de la Declaración Universal de DD.HH.: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos", pero hoy quien no tiene dinero para pagar el financiamiento compartido no puede elegir su proyecto educativo y no puede ser responsable de sus decisiones individuales. Tiene que ser esclavo del contexto en el que le tocó vivir.
Detrás de la comprensión de un derecho social está que la persona pueda acceder a lo que necesita, no a lo que "cada uno pueda pagar". Hoy estamos buscando construir una sociedad donde cualquier ciudadano pueda ejercer su derecho a la educación sin importar el dinero que tenga y estamos convencidos de que esa sociedad más temprano que tarde llegará.
Diego Vela GrauPresidente FEUC