La derecha chilena, en estos días clave, necesita escuchar a los mejores.

Les pedimos a tres líderes, ex gobernantes de sus países, un consejo o un comentario. Los tres respondieron.

"Les escribo en español, porque un maestro mexicano me enseñó el idioma de Pancho Villa.

Creo que el comunismo está pasadón de moda y ni los niños chicos de Texas se asustan con Kruschev, el lavado de cerebro y el peligro amarillo. Eso lo ven en la tele, blanco y negro y en la tarde, en el cine del recuerdo de la TV local de Broken Arrow, que es donde vi al bueno de Ronald Reagan el otro día.

Así que en la campaña chilena me manejan el concepto lo menos posible y no me anden repitiendo mañana, tarde y noche, que el comunismo y que el comunismo y que el comunismo y que la pata del paraguas y el cacho de la guagua.

La repetición aburre al poblacho, porque la mayoría silenciosa no es lo que era y gran parte de esa mayoría descansa en paz. Miren que el discurso de Nixon sobre la mayoría fue en 1969, y está muerto el que lo pronunció y bajo tierra el que lo escribió.

Así que háganle por otro lado, pero no por el comunismo a secas.

Yo sé que es difícil y uno como que se queda sin discurso ni aire y medio desvalido, porque como que le falta algo en la vida política: un norte, un objetivo, algo contra lo que luchar.

Pero así está el mundo y si no dan el salto hacia adelante, pierden y se me pierden".

George W. Bush

"En mi campaña establecí tres aros comunicacionales.

En el primero debía describir al adversario: voz suave, habla poco, carece de certezas y se cobija en sus silencios, porque no tiene respuestas.

El segundo era una constatación: nadie le niega la simpatía y amabilidad, pero eso no basta, se necesita don de mando, control y liderazgo.

El tercero era una advertencia: vienen tiempos difíciles para Francia.

Creo que me faltó un aro o dos".

Nicolás Sarkozy

"Por lo que más quieran, que no sé lo que es y no necesito que me lo digan, pero a la coalición del frente me la dejan al frente y ya está. Allá lejos, en la vereda contraria y donde apenas te vea, porque así se hace la política. Y si son siete, diez o 20 los partidos o partidillos de la coalición rival, pues allá ellos, ese es su problema.

Así que no le busquen las cosquillas y no empiecen con que son demasiados, que piensan distinto y que jamás se pondrán de acuerdo, por ideología e historia nunca lo harán y es imposible, antinatural y no hay por dónde lo hagan.

Esa cancioncilla y mosquiteo la destierran y que no aparezca por ningún lado ni motivo, porque eso puede ser la perdición. No la de ellos, sino la de ustedes, porque ese verso los anima y entusiasma y lo único que logra es aguijonearlos y los están retando, punzando, desafiando y empujando a que lo hagan.

Si se llegan a poner totalmente de acuerdo, será por su culpa, porque ustedes no se aguantaron y contuvieron, y dale con que la coalición del frente se rompe y no cuaja y que vienen las rencillas y no hay unidad y eso es pura imaginación y deseos.

Y con eso se juega a la lotería, pero no se hace política ni se ganan elecciones, pajaritos de Dios".

José María Aznar