Tiago Costas

Una vez instalado el debate en torno a la reforma al sistema electoral, uno de los análisis hechos en La Moneda es que el método vigente de reemplazo parlamentario -para legisladores que fallecen o que pasan a ocupar otros cargos del Estado, como un ministerio- era objeto de críticas por parte de la ciudadanía.

El ejemplo más reciente, de hecho, fue la evaluación realizada por distintos sectores ante la forma en que los partidos hicieron sus designaciones para reemplazar los escaños de Evelyn Matthei, Andrés Chadwick, Pablo Longueira y Andrés Allamand, luego que el Presidente Sebastián Piñera decidiera convocarlos a trabajar en el gabinete. Algo similar había ocurrido con designaciones realizadas por la Concertación, como cuando Carolina Tohá dejó la Cámara Baja y fue reemplazada por Felipe Harboe.

Dicho sistema, donde la decisión de quiénes son los reemplazantes recae en las directivas de los partidos, quedó establecido en 2005, en el artículo 51 de la Constitución, tras la modificación de su texto por la reforma que promovió el ex Presidente Ricardo Lagos.

Allí se define que "las vacantes de diputados y las de senadores se proveerán con el ciudadano que señale el partido político al que pertenecía el parlamentario que produjo la vacante al momento de ser elegido", eliminando así la normativa anterior, que fijaba que su sucesor sería su compañero de lista.

La primera vez que se aplicó la actual fórmula fue en agosto de 2008, luego del fallecimiento del entonces presidente de la Cámara, Juan Bustos, quien fue reemplazado por el actual diputado Marcelo Schilling (PS).

Anoche, el Gobierno decidió enviar un proyecto para modificar el mecanismo de reemplazo. Todo esto, en paralelo al documento despachado ayer al Congreso por el Ejecutivo, que busca modificar el sistema binominal. (Ver nota secundaria).

Los detalles del proyecto

El principal eje del proyecto es que la prioridad para el reemplazo parlamentario la tendrá el compañero de pacto o subpacto del legislador que deja el cupo, mecanismo que hasta el 2005 estaba contemplado de una forma similar en la Constitución. Esto se complementaría con la iniciativa que modifica el sistema binominal enviada por el Gobierno, pues de ser aprobada, en el 75% de los casos, el nuevo parlamentario designado sería del mismo partido del que dejó la vacante, lo que no afectaría la representatividad de las colectividades, cuestión que preocupa a los partidos.

Además, el documento establecerá que en caso de que no existiera compañero de lista, se creará una quina elaborada por parlamentarios, alcaldes, concejales y consejeros regionales de la zona, que luego sería enviada a la directiva del partido para que tome la decisión.

Asimismo, tal como se señaló a los parlamentarios el pasado jueves en La Moneda, también incluiría en el texto el límite a la reelección: senadores por 16 años y diputados por dos periodos.

Anoche en La Moneda trabajaban en la redacción final del cuerpo legal, a la espera de que el Presidente Piñera la visara o le efectuara modificaciones.

En Palacio explican que esta iniciativa busca dar legitimidad al reemplazante, en el sentido de que represente la opinión de la región, y que sea elegido en conformidad de las autoridades antes citadas.

La reforma de 2005 se creó en medio de la controversia que hubo tras el desafuero del ex senador DC Jorge Lavandero en junio de 2005, quien fue reemplazado por el PR Guillermo Vásquez con poco más de 9.500 votos en aquella elección.