"Incertidumbre" es la palabra que más se repite, incluso entre los expertos electorales, respecto de la participación que concitará la primera primaria legal chilena, en la que los dos principales bloques políticos elegirán a sus candidatos para la presidencial de noviembre.

Una votación inédita, sin experiencia nacional comparable y con voto voluntario -que dificulta la capacidad predictiva de las encuestas-, hacen difícil hasta para los más conocedores jugarse por un resultado exacto y una convocatoria definitiva. Más allá de los ganadores, que en el caso de la Alianza genera más expectación por la incertidumbre sobre el resultado que en la debutante Nueva Mayoría, el número total de votantes que concurra hoy a manifestar su opinión será en sí mismo una noticia.

De acuerdo a experiencias internacionales, "cualquier cifra por debajo de un millón deberá interpretarse como una confirmación del anunciado -pero hasta ahora no comprobado- rechazo y desencuentro de la ciudadanía con la política", dice el director de Adimark, Roberto Méndez. Pero si hoy las inéditas primarias legales atraen sobre los 3,5 millones de votantes, la elección no solo ganará en legimitidad hasta para los más escépticos como el ex líder estudiantil, Gabriel Boric, sino que crecerá su capacidad predictiva respecto de la batalla electoral de noviembre. Esto, porque representaría a un porcentaje importante de los votantes totales que se esperan para la presidencial, según varios de los expertos contactados. "Un resultado intermedio -entre uno y dos millones- podría ser considerado como 'esperable' y la lectura no será tan clara", agrega Méndez.

En la Nueva Mayoría no está en duda la victoria de Michelle Bachelet, sino la ventaja que la candidata del PS-PPD-PC-MAS-IC sacará a sus contendores. Sobre el 75% de la votación de su bloque, dicen en los partidos que la apoyan, sería decisivo e "irremontable" para los otros aspirantes a La Moneda.

En la Alianza rebaten este pronóstico. Afirman que la Concertación "intentará usar esta primaria como unidad de medida para la elección de noviembre, para instalar la idea de que todo está dicho"; no son elecciones comparables, insisten, y todo dependerá de cuánta gente concurra a votar. El ex "samurái" de Lavín, Francisco De la Maza, recuerda que en la única experiencia comparable, en la primaria entre Ricardo Lagos y Andrés Zaldívar en 1999, votaron 1.200.000 personas y el candidato PPD-PS ganó por el 72% de los votos. Sin embargo, el presidenciable UDI casi le ganó en diciembre.

Como pocas veces en el pasado, será posible extraer muchas lecturas de este inédito ejercicio electoral y con esa intención "El Mercurio" consultó un amplio y transversal abanico de expertos, académicos y políticos. Según su ojo agudo, estas son algunas de las principales claves que se juegan hoy en estas primarias.

1. La votación de Orrego marcará si la DC está en la "bancarrota" o en vías de retomar la impronta de Frei Montalva

Este es, sin duda, uno de los temas que más interés despierta en la votación de hoy y en todo un abanico de miradas. "Si su candidato es derrotado por Andrés Velasco, un independiente que carece del respaldo que le proveen a Claudio Orrego los parlamentarios, alcaldes, concejales y militantes DC, significa que este partido está en la bancarrota más completa, y ya no es más que una confederación de caudillos", dispara el analista de la Conceratción Eugenio Tironi . Pero si Orrego ganara, agrega, "la DC podría retomar un espíritu del que carece -aunque suene exagerado- desde los tiempos de Frei Montalva, porque Orrego ha retomado sin ruborizarse un discurso mesiánico más propio de esos tiempos".

"Su militante duro estará ahí, y dudo que el independiente conservador de centro", agrega el escritor Marco Antonio De la Parra.

La defensa de la DC a su candidato es cerrada. "En circunstancias muy adversas, pues se sabía el ganador por anticipado en las primarias de la Concertación, Claudio Orrego fue capaz de resaltar la existencia de un centro poderoso, no vergonzante, que reclama una política fundada en la sensatez, el sentido de la justicia y la medida", afirma Genaro Arriagada (DC) .

"Cualquiera sea el resultado de hoy, el centro decidirá el resultado de noviembre, como lo hizo hace cuatro años, y Claudio Orrego tendrá un rol fundamental en eso. Tras las primarias internas con Ximena Rincón y los planteamientos que ha hecho en su campaña, consiguió reforzar la construcción de un partido con identidad propia", dice su jefe territorial y candidato a senador DC, Alberto Undurraga.

"Será importante la votación de Claudio Orrego para que los valores humanistas cristianos tengan una presencia destacada en la candidatura de la oposición", admite el ex ministro DC José Pablo Arellano. "Tendrá consecuencias tanto en la elección presidencial como en la parlamentaria. Está en el interés del futuro del país que la DC salga fortalecida de estas primarias. Como país tendremos desafíos muy grandes en los próximos años, necesitamos de un centro que pueda darle estabilidad y gobernabilidad a un país que quiere avanzar en equidad".

En la Alianza, en cambio, los juicios son más duros. "En la votación que saque la Nueva Mayoría se juega el peso de la DC al interior de la Concertación unida al Partido Comunista", dice el alcalde UDI Francisco De la Maza . "Si Orrego cae ante Velasco, la DC no sólo pierde su opción presidencial hacia el 2017, sino también la representación del centro político dentro de la Concertación", agrega el analista UDI Gonzalo Müller.

Jaime Bellolio (UDI) da un paso más: "El riesgo es quedar fuera del eje ideológico de la Concertación. Aunque le pongan a dos o tres personas en el gabinete, no es lo mismo que imponer sus ideas".

Diego Schalper, de IdeaPaís, va incluso más allá. "Lamentablemente para el país, me parece que la adhesión a la figura de Bachelet será capitalizada por sectores radicalizados. Y eso es algo de lo que la DC debiese tomar nota. Quizás es momento de repensar su pertenencia a un grupo donde ella cumple más un rol de blanqueamiento que de articulación política".

''El riesgo (para la DC) es quedar fuera del eje ideológico de la Concertación. Aunque le pongan a dos o tres personas en el gabinete, no es lo mismo que imponer sus ideas", asegura Jaime Bellolio.

2. Derecha popular versus derecha liberal, en la elección más política de todas

"La derecha se juega el énfasis que le pondrá a la nueva campaña", dice el alcalde Francisco de la Maza (UDI), en la "elección más política que ha vivido". "Por primera vez en su historia, la Alianza se abre a que sus militantes y simpatizantes designen al candidato presidencial, haciendo pesar quién es más grande, el partido que tiene más convocatoria".

El resultado marcará el tipo de liderazgo que imprimirá el sector. "La pregunta que se hará la Alianza es si para crecer tiene que hacerle guiños al sector liberal progresista con temas como el AVP; o si la clave de su crecimiento está en apuntar decididamente a personas que tienen condiciones de vida todavía demasiado precarias, asumiendo un discurso social y económico más matizado y conectado con los anhelos de justicia", explica Diego Schalper , director de IdeaPaís. "Si será un candidato de la centroderecha liberal o uno de la centroderecha popular es lo que sus electores tendrán en mente al votar", resume en la misma línea el analista de la UDI, Gonzalo Müller.

Para Leonidas Montes, (consejero del CEP) "si Allamand es el vencedor, como contrincante de una Bachelet arrastrada por la izquierda, podrá mover la campaña presidencial hacia el centro, a ese Chile moderado que es mayoritario; Longueira, que tiene menos opciones por sus altos niveles de rechazo, puede polarizar la campaña y extremar posiciones". Para el filósofo Axel Kaiser , en cambio, no ve "diferencias filosóficas tan profundas como entre el proyecto radical de Bachelet y el programa progresista moderado de Velasco", lo que garantiza unidad.

Ernesto Ottone (sociólogo concertacionista) cree que no es este el debate clave. "El gran problema de la Alianza no es cuál sea el elegido, son muy semejantes, es el hecho de que hasta ahora ninguno de los dos candidatos despega de verdad en las encuestas", dice.

''Por primera vez en su historia, la Alianza se abre a que sus militantes y simpatizantes designen al candidato presidencial, haciendo pesar quién es más grande, el partido que tiene más convocatoria", dice Francisco de la Maza.

3. Evópoli se mide por primera vez en las urnas

Aunque de manera algo desapercibida, el movimiento de independientes que lideran los ex ministros Felipe Kast y Luciano Cruz-Coke pasará también este domingo su primera "vara" electoral. "Estoy optimista, tenemos muchas posibilidades, deberíamos elegir al menos dos de nuestros tres candidatos", dice Cruz Coke sobre las primarias parlamentarias en que Evópoli -sigla de su movimiento Evolución Política- competirá en tres distritos: Independencia-Recoleta, Lautaro-Victoria, y Aysén.

¿Y si no eligieran a ninguno? "Es complicado, pero tenemos harta cancha política, porque somos jóvenes, estamos comenzando y la política se basa en este aprendizaje que estamos haciendo, tratando de entender cómo funciona, conversando con la gente en la calle", dice el ex titular de Cultura.

4.La UDI pone a prueba su apuesta más arriesgada y definiría el ritmo del recambio generacional

Es una opinión compartida que la UDI tendrá su propio terremoto si su candidato Pablo Longueira no vence a Andrés Allamand. "Lo ha intentado todo para ganar: ensayar con Golborne y luego botarlo, alejarse de Piñera y luego abrazarlo, finalmente poner en el ticket a su líder más carismático y controversial", explica el concertacionista Eugenio Tironi.

Y agrega: "Si pese a todo pierde, deberá entrar al quirófano, pues indicaría que su falta de sintonía con los tiempos actuales habrá llegado al límite".

El UDI Jaime Bellolio también cree que su partido "tiró toda la 'carne a la parrilla' al cambiar un candidato lanzado como Golborne, a dos meses de las primarias". Seguro del triunfo, anticipa que un fracaso "acelerará los cambios generacionales internos" que presionan hace rato y también que "si Longueira se impone como candidato de la Alianza, el proceso natural de recambio seguirá su curso gradual".

5.Los resultados impactarán en la definición de las listas parlamentarias para noviembre

Hay acuerdo en que el 1 de julio comenzará "una gran presión para que la Nueva Mayoría cierre sus plantillas parlamentarias. Ninguna candidatura presidencial puede proyectarse plenamente si no tiene claridad respecto de la lista parlamentaria que la acompañará", como dice Ricardo Solari (PS) .

Esa definición en los distritos aún sin candidato debe ser mediante primarias, dice el DC Alberto Undurraga, y "espero que en esto no haya dos discursos, uno privado y otro público", advierte, aludiendo a las diferencias que impidieron primarias parlamentarias legales.

La misma prioridad le asigna a cerrar la plantilla la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (PC). "Espero que el proceso se reabra lo antes posible, para acordar candidaturas que nos permitan las mayorías que requieren las grandes transformaciones que hará el próximo gobierno". "Debe quedar muy claro que hubo voluntad, que no fue el Partido Comunista (PC) el que no quiso primarias", agrega al preguntársele sobre un cupo asegurado para Camila Vallejo en La Florida, aunque advierte que "si es un punto que genera tensión, es importante llegar a acuerdos que también son parte del ejercicio democrático".

En la vereda de la Alianza, Jaime Bellolio (UDI) ve definida la lista de la UDI, pero cree que Renovación Nacional deberá resolver plazas senatoriales importantes como en las regiones II y VIII, y varios distritos de diputados. "Hay una opción para Evópoli, que representa al mundo independiente", dice. Coincide Luciano Cruz-Coke , del aludido movimiento, pero cree que el "sayo le cae" a ambos partidos; "la UDI y RN tendrán que evaluar sus cartas más competitivas en todo el país para mantener las mayorías que garanticen estabilidad en el Congreso".

La Izquierda Autónoma, en cambio, ya decidió lanzar sola sus tres candidaturas a diputado, "después del show de la Concertación, que renunció a primarias legales, y la UDI que bajó a Golborne, subió a Longueira y cambió parlamentarios como quiso", dice Gabriel Boric (candidato a diputado del movimiento). Y no es testimonial, subraya, "estamos seguros de salir elegidos, también Giorgio Jackson en Santiago".

6.La pole position para el 2017

"En el caso de la Alianza, si quien gane la primaria no logra triunfar en noviembre -que estimo lo más viable-, quedará en la pole position para el 2017. En el caso de la Nueva Mayoría, es claro que quien venga detrás de Bachelet -que es más que seguro que ganará-, es altamente probable que sea el siguiente candidato presidencial", dice el sociólogo concertacionista Eugenio Tironi .

Y respecto al segundo lugar del pacto Nueva Mayoría (otro foco clave en la primaria opositora), Gonzalo Müller (analista UDI) proyecta que "si Claudio Orrego y Andrés Velasco se acercan a la votación de Bachelet, tienen la oportunidad de proyectarse como candidatos hacia el futuro, pero si la distancia es el doble de la suma de los votos de ambos, hablar de proyección es más ilusión que una realidad".

7.¿El modelo político y económico está en juego o solo la gradualidad de los cambios?

"Hay muchísimo en juego", responde la historiadora Lucía Santa Cruz frente a la pregunta inicial.

Y despliega las razones para avalar su sentencia: "En Chile existía desde hace 25 años una especie de acuerdo, un diagnóstico compartido sobre las razones que llevaron a la destrucción de la democracia y sobre los consensos básicos para avanzar al futuro; una democracia representativa y el sistema económico. Por primera vez, en esta elección estamos discutiendo, y no en el margen, los fundamentos de nuestra organización política y económica, y eso es muy grave, porque esta fue la que nos condujo al progreso político, económico y social que hoy tiene Chile. Podría dar mil cifras, que en los 70 el promedio de escolaridad era de 4 años, que solo el 5% de los jóvenes llegaba a la universidad y que hoy son 1.200.000, pero lo importante es que hoy están en juego propuestas muy radicales, que de imponerse, cambiarán profundamente lo anterior".

"La pica se ha clavado muy hacia la izquierda y no sé qué poder de negociación tendrá la DC en este escenario", añade.

En la misma línea opina su colega en la U. Adolfo Ibáñez, Leonidas Montes. "La Concertación que conocimos, ya no existe. Bachelet ha sido arrastrada por esta fuerza política que quiere borrar con el codo la exitosa historia de desarrollo que contribuyó a escribir. Después de la primaria, donde Bachelet será la vencedora, debería volver al centro. Pero no está claro cuánto querrá y podrá ceder. Una amplia convocatoria quizás se lo haga aún más difícil".

"Eso es una caricatura de la derecha", responde con una mirada totalmente distinta el académico de la U. Diego Portales Ernesto Ottone. "No veo grandes diferencias entre el programa de Bachelet y el de Orrego, no hay una distancia enorme, hay muchos elementos de concordancia y solo algunas diferencias. Los ejes ya se definieron: reforma tributaria, educacional y cambios a la Constitución, se juega la gradualidad; en las campañas siempre se extreman las cosas, pero luego vuelven a su cauce".

"Las primarias", dice el filósofo Axel Kaiser , "serán un indicador de qué tanto se ha corrido el centro hacia la izquierda más radical". "La izquierdización de la Concertación se consolidará si Bachelet gana de forma aplastante y Velasco no logra un porcentaje representativo".

''Por primera vez, en esta elección estamos discutiendo, y no en el margen, los fundamentos de nuestra organización política y económica, y eso es muy grave, porque esta fue la que nos condujo al progreso político, económico y social que hoy tiene Chile", sostiene Lucía Santa Cruz.

8.El futuro de Velasco: ¿sumarse a la Nueva Mayoría, formar un nuevo partido político?

La votación que obtenga el único independiente que corre en estas primarias y sus próximos pasos, serán foco obligado de análisis. "Velasco demostrará si hay un posible partido independiente en gestación entre desilusionados de derecha y sobre todo de izquierda, liberales auténticos, razonables, que buscan una estabilidad basada en la reflexión sin ceder a la tentación de 'escuchar la voz de la calle'", dice el siquiatra Marco Antonio De la Parra.

Agrega: "Sus votantes, incómodos ante los alineamientos algo populistas de otros candidatos, se verán enfrentados a elegir lo que sentirán 'menos malo', pero podrían concebir un nuevo partido. La pregunta es si Andrés Velasco llega a sentirse respaldado por la votación, quiere conformar esta entidad y darse la tarea de un largo camino para meterse en el juego político".

"Ha participado en esta campaña de primarias en plena igualdad de derechos, se entendió que esto implicaba el compromiso mutuo de entregar respaldo al ganador o ganadora. Después del 1 de julio seguíamos todos juntos, sin embargo sus dichos en el último debate lo ponen muy en duda. Es evidente que no hay claridad de qué pasará con Velasco", dice el ex ministro PS Ricardo Solari .

9. Fin de la "dedocracia" partidaria

La validación de las primarias como mecanismo de selección de candidatos es otra de las cuestiones que están en juego en esta jornada electoral, opina el ex ministro DC, Genaro Arriagada. El cientista político dice que "si el proceso, como esperamos, reúne una convocatoria adecuada -un millón de votos entre ambos pactos, con dos tercios para la Concertación y un tercio de la Alianza-, es difícil imaginar que hacia adelante las candidaturas, no solo las presidenciales sino todas, puedan volver a ser designadas en conciliábulos secretos de un puñado de dirigentes".

Lo mismo piensa el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Luis Riveros: "Las primarias permiten democratizar las decisiones partidarias para que la elección de candidatos sea más cercana a la ciudadanía que una simple designación por parte de un grupo directivo o consenso partidario".

10. Participación: más de un millón de votantes es la cifra "mínima" para validar el ejercicio

Como un "innovador remiendo para un sistema político cuestionado" califica el socialista Ricardo Solari estas inéditas primarias legales. Clave será entonces "la cantidad de electores que concurran a las urnas". Y está optimista de que será un "número grande", pero si "las mesas donde deben ejercer sus derechos los jóvenes y los electores pobres están ausentes de votantes, el horizonte institucional se atisba sombrío. Una democracia de verdad no funciona si se abstienen de votar los contrarios a conservar el statu quo".

Este último escenario sería "una luz naranja, una mala noticia para la democracia", dice el cientista político y hombre fuerte del gobierno de Lagos Ernesto Ottone, "frente a las tensiones que enfrenta la democracia representativa con las marchas y el rol de la calle".

Está de acuerdo el director de Adimark, Roberto Méndez, y le pone números. "Cualquier cosa por debajo de 1 millón de votantes deberá interpretarse como una confirmación del anunciado -hasta ahora no comprobado- rechazo y desencuentro de la ciudadanía con la política. Si ocurre, será una señal de que la crisis de confianza en las instituciones es peligrosamente real y será un factor deslegitimante de quienes sean los elegidos. Por el contrario, una votación total superior a los 2 millones debiera minimizar estos temores".

Eugenio Tironi (sociólogo concertacionista) fija la misma vara: "Si convocan a menos de un millón de votantes, significa que el déficit de legitimidad del sistema político habría llegado a un punto crítico". Al contrario, si votan sobre un millón y medio, "sería un soplo de esperanza para un sistema político ya bastante cuestionado".

La abstención, incluso mayor a la de las municipales, es para el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile, Luis Riveros, el "principal riesgo de lo que hoy se juega". "Los ganadores en esta situación serán los candidatos que no están incluidos en primarias y que irán directamente a la elección presidencial", dice el Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y ex rector de la U. de Chile.

En ese escenario, habrá muchas teorías -anticipa-, pero dos cosas quedarán de relieve: la baja convocatoria de los dos principales conglomerados de partidos, Alianza y Nueva Mayoría, y la baja representatividad de los candidatos así seleccionados.

Gabriel Boric , desde Magallanes, zona a la que aspira representar como diputado independiente de la Izquierda Autónoma, cree que las primarias "son un maquillaje, un acto fallido para intentar legitimar el actual sistema binominal y de partidos, pero que no lo resuelve".

Boric, junto con la Izquierda Autónoma, no irán a votar el domingo y cree que "solo una convocatoria superior a los 2 millones de personas podría darle algo de legitimidad" a esta votación.

11. José Antonio Gómez, su suerte y la de su partido

Aunque algunos esperan desde "golpes de Estado" hasta crisis internas en el Partido Radical si su candidato presidencial obtiene un porcentaje muy bajo (dado que, además, es el presidente de la colectividad), el analista político UDI Gonzalo Müller piensa que nada de eso pasará. "Les dio una visibilidad, los puso en la mesa de negociación del programa, de los cupos parlamentarios y un radical entrará al comando de Bachelet", dice el académico de la U. del Desarrollo. "Gómez la ha jugado libre y permitirá saber si hay adeptos a la asamblea constituyente más allá de las redes sociales y del gesto de los indignados y los paros", agrega el escritor Marco Antonio de la Parra.

12. Los resultados de hoy "modelarán" el debate para redactar el programa del bloque Nueva Mayoría

A contar del 1 de julio, la negociación de su programa definitivo concentrará la atención del bloque opositor. "No es un ejercicio electoral, sino uno caracterizado por el diálogo, la tolerancia, el respeto a las ideas de quienes, siendo nuestros aliados, no piensan como nosotros", advierte el ex ministro Genaro Arriagada (DC).

La "Nueva Mayoría entiende que el respeto a su diversidad es su gran fortaleza, no tengo dudas de que se expresará en la elaboración del programa que Bachelet ofrecerá al país", responde otro ex ministro, Ricardo Solari (PS).

"Importantes tensiones de visión, proyectos y programas", anticipa el académico de la UDP José Joaquín Brunner . Su "desafío será transitar desde un discurso dirigido a sus militantes y movimientos sociales de protesta hacia propuestas incluyentes, capaces de orientar y ordenar a la mayoría de la sociedad". Ve como central "construir mayorías nacionales en torno a acuerdos dentro de la Nueva Mayoría, con la oposición y en la sociedad civil. En democracia hay reformas, no revoluciones. Se puede avanzar gradualmente; no a golpe de plebiscitos e imposiciones".

"Los planteamientos que ha hecho Orrego tienen que estar en el programa", dice de inmediato Alberto Undurraga (DC). Y aludiendo al "rayado de cancha" que les hizo Jaime Quintana (PPD) "si salen terceros", el candidato a senador le responde que "es un error político, un acto de soberbia, excluir al centro político, además corre el riesgo de perder la elección de noviembre. En ninguna coalición en el mundo se ningunea a los aliados".

"La DC será considerada sea cual sea el resultado, porque es fundamental para la coalición, como partido y como fuerza parlamentaria. Es absurda la tesis del asalto al palacio de invierno", matiza el ex hombre del segundo piso de Lagos, Ernesto Ottone .

La presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa (PC), ve con entusiasmo esta discusión programática; quiere que "la reforma laboral tome la misma relevancia que la nueva Constitución, y las reformas educacional y tributaria como ejes del próximo gobierno", dice clara.

Le resta dramatismo al proceso. "Es evidente que el candidato que consiga el mayor caudal de votos dará cuenta de un respaldo a los cambios más profundos, pero no se trata de 'imponer visiones', sino de instalar un debate muy rico en diversidad sobre las transformaciones estructurales". Respecto a la DC, dice que en el último debate "no vi a Orrego tan tajante respecto a la inclusión del PC, sino que vi voluntad de poner lo relevante en el centro".

''Es central construir mayorías nacionales en torno a acuerdos dentro de la Nueva Mayoría, con la oposición y en la sociedad civil. En democracia hay reformas, no revoluciones. Se puede avanzar gradualmente, no a golpe de plebiscitos e imposiciones", afirma José Joaquín Brunner.