"Santiago violento", la cuarta película de Ernesto Díaz Espinoza, postergó su estreno, porque el director se embarcó en proyectos de distinta naturaleza y metraje, que finalmente se estrenaron antes.
En "The ABCs death" (2012), película de terror colectiva de origen estadounidense y neozelandés, fue uno de los 26 directores convocados y le tocó la letra C. Su corto "Ciclo" dura cinco minutos y es una historia donde Bruno (Matías Oviedo) es un hombre que necesita matar a su doble, para seguir vivo.
Oviedo actúa en "Santiago violento" y, además, es el protagonista de "Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta", un título que recuerda a "Tráiganme la cabeza de Alfredo García" (1974) de Sam Peckinpah, admirado por el director chileno.
Una escena de la película matiza la veneración, porque aparece una carátula con el título de "Bring me the head of René García" y la imagen de Oates.
El juego del equívoco indica que las referencias son un chiste y un recurso fácil, para meterle cinefilia a una película policial de estructura infantil y juvenil, porque iguala un juego de play y hasta tiene etapas por superar: "Misión 01: Conseguir pista con Shadeline Soto". "Misión 02: Medida de aceite". "Misión 03: Conseguir pistola" y así continúan los subtítulos, hasta llegar a la misión final.
La trilogía inicial de Díaz Espinoza, la de "Kiltro" (2006), "Mirageman" (2007) y "Mandrill" (2009), tuvo a Marko Zaror como estrella y superhéroe nacional.
En este nuevo período existe otro tipo de actor, porque los rasgos de Matías Oviedo son los de un antihéroe por físico y carácter, alguien más próximo al protagonista de "Te creís la más linda" (2009), que a la fortaleza irrompible de Zaror.
El DJ Santiago Fernández, entonces, es un personaje que puede ser héroe por error o falta de alternativas, pero nunca por vocación. El joven debe salvar su vida y para eso debe rastrear a una asesina, la Mujer Metralleta (Fernanda Urrejola), por un camino poblado de matones, sicarios y ríos de sangre, donde el patrón de fundo es Che Longana (Jorge Alís), argentino mafioso y tanguero.
Es el cine como pyme: empresa pequeña, equipo liviano, todo se recicla y nada se bota. Hay vocación por las leyendas y folclore chilenos, pero también por los cachivaches.
Son los emporios, Pepo, las calles de la ciudad, el rodeo, los talleres mecánicos y un universo y una película, que imitan a otros mundos.
La pretensión es que la aventura se mueva y de repente lo logra, pero a veces se pierde y empantana, aunque siempre está el afán por contar una historia con desparpajo, urgencia y excesos.
"Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta" es un tipo de cine menor en la categoría de la liquidación y el sacar a mil. Es apuesta, divertimento y a ver lo que pasa, porque no hay nada que perder, excepto la plata, que igual no es tanta, y por ahí resulta, funciona, corta entradas y salta la liebre.
Chile. 2013. Director: Ernesto Díaz Espinoza. Con: Matías Oviedo, Fernanda Urrejola, Jorge Alís. 75 minutos.