Hoy se discute sobre la desigualdad existente en nuestra sociedad, referida fundamentalmente a la mala distribución del ingreso, y cómo se puede ir corrigiendo.
Pero hay nuevas desigualdades de la vida cotidiana que el progreso saca a luz y que entraban la existencia de las personas. Me refiero a desigualdades de género, la dificultad de los jóvenes para encontrar empleo, diferencias en las prestaciones y beneficios sociales del Estado, desigual acceso al crédito y su costo, las distancias entre la casa y el trabajo, y los tiempos de transporte público o en automóvil. Para no hablar de las desigualdades entre los colegios, como lo revela la prueba Simce. Y en el ámbito de la salud, ¿por qué un examen médico de la misma calidad puede valer hasta 10 veces más en una clínica que en otra?, y ¿quién entiende los planes de las isapres? ¿Por qué algunos disfrutan de aire puro y otros sobreviven en la polución?
Las "nuevas desigualdades" se producen dentro de cada grupo social, y se toleran menos debido a su falta de legitimidad. Además, ellas tienden a acumularse sobre ciertas personas, que viven en condiciones más difíciles o precarias.
Algunas desigualdades aumentan por el consumo masivo impulsado por necesidades simbólicas crecientes; todos buscamos comprar identidad: soy lo que consumo. Lo que puedo adquirir me diferencia. Es el poder de atracción de las marcas que, al identificar un producto, califican a una persona. Para lograrlo, muchos se endeudan.
Es verdad que el progreso aumenta la movilidad social, pero la llamada "clase media" comprende una infinidad de grupos sociales muy diversos, entre ellos algunos más vulnerables al riesgo. En ellos existe temor a retroceder en la escala social. Sienten la amenaza del desempleo, la enfermedad catastrófica o un siniestro, como un asalto, un choque o un incendio. El último censo nos debe llamar a reflexión, como ha ocurrido en el Reino Unido, donde se han elaborado nuevos criterios para identificar mejor a los sectores que componen la clase media.
Algunas de las nuevas desigualdades se pueden enfrentar a corto plazo, dando más peso a los bienes públicos, defendiendo a los consumidores, aumentando la transparencia y la posibilidad de usar el tiempo libre y los espacios comunes como parques, estadios, playas, cafés de barrios, etcétera. ¿Cómo favorecer la expansión de las oportunidades para que los ciudadanos puedan realizar sus proyectos, disminuyendo o eliminando las nuevas desigualdades?
Es importante reducir la brecha de ingresos, pero ese enfoque debe ser enriquecido con el abanico de las nuevas desigualdades.