El Mercurio.com - Blogs : "Bachelet debería aclarar si estaba o no de acuerdo con la acusación constitucional"
Noticias
Domingo 21 de abril de 2013
"Bachelet debería aclarar si estaba o no de acuerdo con la acusación constitucional"
El Ministro del Interior, Andrés Chadwick, afirma que la candidata debería manifestar su posición sobre lo que ocurrió con la destitución de Harald Beyer. A su juicio, algunos parlamentarios de la Concertación están "amedrentados" por los dirigentes estudiantiles...
Gabriel Pardo
Dice que le han comentado que la noche del miércoles, en el Congreso, de pie junto al destituido ministro Harald Beyer, se le veía emocionado. "Es porque lo estaba", afirma el ministro del Interior, Andrés Chadwick, sentado en su oficina mientras limpia con servilletas las gotas de un café derramado, como tratando de explicar que en política no solo reinan la estrategia y la frialdad.
"Fue un muy mal episodio para el prestigio del Congreso. Existía la expectativa de que el error y la injusticia que se habían producido con la acusación en la Cámara, que se entiende como una instancia más política, serían rectificados en el Senado", dice.
-¿Y por qué cree que no ocurrió así?
-Cuando los senadores de la Concertación no son capaces de sustraerse a las órdenes de partido, a las decisiones de carácter colectivo, a los sectores estudiantiles, a intereses electorales, en momentos en que tienen que actuar como jurados, a uno le baja preocupación por nuestras instituciones. Siento que había una sensación de pesadumbre en algunos senadores de la Concertación, que se dieron cuenta de que estaban cometiendo una acción injusta, un abuso de poder.
-¿Le manifestaron eso?
-Algunos lo daban a entender. Pero quien tuvo el coraje fue el senador Patricio Walker. El valor de ese voto tiene un significado muy especial, es una gran lección de cómo se debe desarrollar una acción pública. No es fácil ir contra la corriente de tu propio sector.
-¿El Gobierno fracasó en su intento de evitar la destitución?
-Hay distintas maneras de evaluar esta situación. ¿Fue posible evitar la destitución del ministro? Sí, y fue público. Como cuando el senador Carlos Bianchi pide detener la sesión para que el ministro pudiese renunciar previamente y así no continuar con su destitución.
-Pero lo que sucedía es que el ministro no quería renunciar.
-Si el ministro hubiese renunciado, se estarían avalando la injusticia y el abuso de poder. Ni el Gobierno ni el ministro estaban dispuestos a eso. Los senadores de la Concertación, al igual como lo hizo el senador Bianchi de una manera muy histriónica pero poco real, nos plantearon que si el ministro Beyer renunciaba, rechazarían la acusación. Nosotros dijimos no.
-¿La renuncia, previamente, fue un escenario que el Gobierno manejó?
-El Presidente de la República siempre estuvo dispuesto a respetar la voluntad de Harald Beyer en ese sentido. Y el ministro le dijo al Mandatario que no renunciaría y que llegaría hasta el final.
-En el Congreso hubo dirigentes estudiantiles que avalaron la acusación. ¿Cómo lee eso el Gobierno?
-Mi impresión es que los dirigentes estudiantiles han generado una suerte de amedrentamiento frente a algunos parlamentarios de la Concertación. A algunos en términos electorales, o por debilidad para enfrentar lo que ellos sienten que está en la calle. Creo que algunos piensan que pueden ser objeto de bullying en sus campañas. Si la Concertación muestra esta debilidad ahora, cómo aspiran a gobernar el país con estos temores.
-¿El senador Bianchi también está en ese grupo de parlamentarios?
-A mí no me gustaría ser caracterizado como el senador que tuvo alguna significación por colocarse en la posición de inclinar la balanza para un lado o para el otro. Hoy para ti, mañana para el otro. Tengo la impresión de que su discurso final, donde asume como un peso no deseado tener que definir la votación, fue un hecho buscado por él. La prueba es que él no habló cuando le correspondía por orden alfabético, donde su discurso habría tenido otra connotación.
-Al parecer, nadie creía en el Gobierno que esta acusación prosperaría. ¿Hay una autocrítica al respecto?
-Cuando nace esta acusación constitucional, era tan frágil en sus contenidos y desproporcionada, que uno decía "algo así no puede prosperar". Hubo esa inicial opinión. Luego nos formamos la convicción de que había una acción política más concertada. Pero hay un error cuando se dice que no se logró prever esto. No es así.
-¿Por qué dice el oficialismo que fue injusta la acusación ante la aprobación del tercer capítulo, que tiene que ver con la falta de fiscalización?
-Porque el único que fiscalizó, dentro de las escasas facultades que tenía, el único que ha ordenado investigaciones como a la Universidad Pedro de Valdivia, a Uniacc, a la Universidad Santo Tomás, y el único que terminó clausurando la Universidad del Mar, es Harald Beyer. La Universidad del Mar, entre el año 2002 y 2003 tenía algo más de 3 mil alumnos; en 2007 y 2008, ya estaba sobre los 20 mil. Ese crecimiento explosivo no llamó la atención de nadie en el ministerio de la época. En enero de 2010, dos meses antes del término del gobierno de Bachelet, Corfo, en un trámite extraordinariamente rápido, aprueba entregar una garantía por más de 120 mil UF, una y exclusivamente a la U. del Mar, para que pudiera tener créditos con el Bci. El único ministro que abordó el tema fue Beyer. Hoy, al ministro lo acusan por haberse demorado una semana más o una semana menos, los que nunca fiscalizaron, los que en 20 años no hicieron nada.
-Harald Beyer dijo que Yasna Provoste no merecía ser destituida.
-Esa es una opinión respetable. Yo fui senador cuando fue la acusación contra Yasna Provoste. Y se produjo, a mi juicio, un hecho ajeno a la actual acusación. En los recursos que se destinaban a la subvención escolar existía un completo desorden sobre su destino y alcanzaban cifras superiores a los 250 millones de dólares. Si me tocara volver a votar la acusación en el capítulo que yo aprobé, volvería a hacerlo con los antecedentes que tuve a la vista.
-¿Usted cree que Michelle Bachelet tuvo influencia en la acusación?
-En un hecho político de esta envergadura, cuesta imaginar que no haya sido consultada la candidata presidencial. Si fue consultada, ella obviamente dijo que sí. Y si no la consultaron, uno se pregunta cuál es su liderazgo. Por otro lado, Harald Beyer fue un colaborador leal de su gobierno. Bachelet lo llamó a integrar comisiones en tres ocasiones, incluso en un momento complejo para su gobierno, como fue la revolución pingüina.
-¿Qué le parecen los dichos de la ministra Evelyn Matthei? Ella dijo que Bachelet pudo haber evitado la aprobación de la acusación.
-Lo que la ministra Matthei ha señalado me parece pertinente. Es importante que un candidato presidencial dé una respuesta sobre el tema. Michelle Bachelet debería decir si estaba o no de acuerdo con la acusación.
-¿Por qué se aplazó el nombre del sucesor de Beyer? Se ha especulado que podría ser Evelyn Matthei, el subsecretario Fernando Rojas...
-Surgió la coyuntura del viaje del Presidente por Unasur, pero prontamente estará el nombre. El Mandatario evaluará, lo demás son especulaciones.
-¿Cómo queda ahora la relación del oficialismo con la oposición en términos legislativos?
-Nuestro deber es seguir gobernando y seguiremos con los proyectos educacionales que son importantes para el país, tramitándolos en el Congreso y esperando que la Concertación haya cambiado su actitud, para encontrar los acuerdos que nos permitan seguir avanzando en la reforma educacional.