Los peligros de Occidente
India Stoker (Mia Wasikowska) acaba de cumplir 18 años y es una joven enigmática y solitaria, que repite una sentencia que le enseñó su padre y que dice más o menos así: "A veces hay que hacer algo malo, para evitar hacer algo peor".
"Lazos perversos", la primera película en inglés de Park Chan-wook, padece lo terrible de la frase y se podría decir que ésta no es su peor película, solo por una razón: hay que esperar la próxima.
Todo esto siempre y cuando siga lejos de casa, en este caso Corea del Sur, y tan cerca de los países productores, Estados Unidos e Inglaterra, donde perdió energía, savia y categoría, porque los límites de los estudios, las estrellas y la producción, pueden ser la tumba para el cine de Park Chan-wook.
La película, claro, posee nivel formal y quizás es demasiado formal: encuadres fríos y milimétricos dentro del caserón, y la naturaleza, en los exteriores, adquiere rango dramático, con el viento que mece el pastizal, es la flor color sangre o el enorme árbol del jardín.
La mansión y los bosques de la familia Stoker, en definitiva, son un reflejo de los desarreglos mentales de sus moradores.
Park Chan-wook, eso sí, prolonga sus temas recurrentes: un asunto de familia, existe la amenaza del incesto, es la vida como maldición y es el estrépito de la venganza.
Pero "Lazos perversos" es una enorme desilusión porque desaparecieron los mayores méritos del director de "Oldboy" (2003), en todo caso, su obra maestra: la potencia de las imágenes, la energía narrativa y esa enorme violencia expresiva.
Un cineasta por fuera de los moldes y con la fuerza de una locomotora, en ocasiones por los rieles y también descarrilándose, pero ahora lo que cambió fue la maquinaria, el ingenio y la velocidad, porque esta película es un viejo barquito a vapor inglés, con un reparto extraído de la novelas de Agatha Christie.
Un lugar donde la intuición de Miss Jane Marple o las células grises de Hércules Poirot le deban curiosidad, diversión y atractivo a las historias.
Demás está decir que en "Lazos perversos" no hay nadie con esta categoría literaria y lo que existe son personajes secundarios, donde a la mayoría de los Stoker les sobra dinero, mansión y tiempo libre.
Richard Stoker (Dermot Mulroney), padre de India, adora salir a cazar con su hija, muere en un accidente automovilístico y así parte la película.
Evelyn Stoker (Nicole Kidman), madre de India, abusa del alcohol y su matrimonio estaba roto.
Charlie Stoker (Matthew Goode), tío de India, hermano de Richard y cuñado de Evelyn, arrogante, extremadamente apuesto y de pasado misterioso.
Gwendolyn Stoker (Jacki Weaver), tía vieja y bien intencionada, que conoce el pasado de Charles.
Sheriff (Ralph Brown), un buen hombre siempre descaminado.
Y el último de la lista es el director surcoreano Park Chan-wook, tan lejos de casa y de la cultura de Oriente y tan cerca de Occidente, con sus convenciones y comodidades.
"Stoker". Estados Unidos, 2013. Director: Park Chan-wook. Con: Mia Wasikowska, Nicole Kidman, Matthew Goode. 99 minutos. 14 años.