Señor Director:

En víspera del homenaje a Abaroa en el Día del Mar, el Presidente Evo Morales anunció a un medio paceño que en breve concretará la promesa, hecha en marzo de 2011, de recurrir a la vía jurídica y presentará su demanda en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Aprovechó de reiterar juicios descalificadores en contra del Presidente Piñera e intentó demostrar contradicciones en él que carecen de efectividad y bien se pueden interpretar como muestras de una indebida comprensión.

Razones hay para ello porque declaró que su país rectificaría el Pacto de Bogotá en circunstancias que lo ratificaba. En la mencionada entrevista dijo que aún no estaba definida la demanda (venía diciendo que estaba "casi lista") y al día siguiente anunció que la semana siguiente -ésta-, viajaría a La Haya una delegación presidida por el Canciller a presentarla. Aún no encuentra un agente que hable idiomas.

También se refirió a su reunión con los ex Presidentes y ex cancilleres advirtiendo que habían tratado de "jalarnos la lengua" y que las estrategias las manejan dos o tres compañeros, con lo que desdijo que ésta fuera una política de Estado y demostró su desconfianza en los integrantes del grupo asesor.

Confía en que con un eventual futuro Gobierno de Michelle Bachelet, se retome la agenda de 13 puntos, la que debe ir encabezada con el tema del mar, y que Chile haga propuestas claras para que su país retorne al Pacífico con soberanía. ¿En razón de qué título jurídico puede esperar que nuestro país le ceda parte de su territorio?

Hasta 2011, el Presidente Morales había sostenido conversaciones con el Gobierno chileno bajo explícitas condiciones: cooperación para el desarrollo, pero bajo el pleno respeto a la soberanía establecida en el Tratado de 1904. Se equivoca el Mandatario si cree que puede torcer la voluntad chilena de conservar su soberanía sustentada en dicho acuerdo. Tensionar nuestras relaciones y desperdiciar el aprovechamiento de un amplio campo de colaboración en beneficio de ambos pueblos, es de su exclusiva responsabilidad.

Óscar Fuentes