Angela Hewitt (1958) fue una niña prodigio y medio siglo después continúa siendo un prodigio. Partió estudiando piano a los tres años y su primer recital larga duración lo dio a los 9. Hoy es una concertista de primera línea, alabada por los críticos más severos y que cada vez que se presenta ante público agota las localidades. Su discografía es extensa e incluye obras de Couperin, Rameau, Messiaen, Chabrier, Ravel, Schumann, Beethoven, Chopin y Mozart (este último, un compositor que incorporó recién en 2010 cuando grabó su primer disco de conciertos con la Orquesta de Cámara de Mantua). Pero su mejor marca -lo que es un decir, porque siempre sus creaciones tienen gran impacto en el mundo de la música- es el ciclo de grabaciones de Johann Sebastian Bach, que comenzó en 1994 y terminó en 2005, y que cubre todas las grandes obras para teclado del maestro de Leipzig.
Aquí la tenemos ante las temidas "Variaciones Goldberg", nombre con que se designa una obra de Bach original para clave, formada por 30 variaciones sobre un tema original. La leyenda dice que el responsable de que existan es el conde Hermann Carl von Keyserlingk, embajador de Rusia ante la Corte de Dresden, donde tenía a su servicio al joven clavecinista Johann Gottlieb Goldberg. El conde, que padecía de insomnio, le habría dicho a Bach que compusiera algunas piezas para teclado, de carácter suave pero con una alegría contagiosa, que le permitieran distraer sus noches de desvelo. Bach escribió así en 1741 el "Aria con Diversas Variaciones para el Clavicémbalo con 2 manuales" que eran ejecutadas por Goldberg mientras Hermann Carl trataba de conciliar el sueño...
Toda una paradoja, si es verdad lo anterior, porque deben ser muchas las noches sin dormir que internalizar esta enorme partitura debe haber producido en artistas como Rosalyn Tureck, Gustav Leonhardt, Glenn Gould y Andras Schiff, algunos de sus más reconocidos intérpretes. Angela Hewitt es uno de ellos también; y para muchos, la mejor. El diario inglés The Guardian escribió: "Es un logro notable, posiblemente el mejor (...) El juego de su técnica junto con la musicalidad tan elegantemente suave (....) el rendimiento tan convincente (...) Todo está bien, todo es natural. Se trata de Bach en piano, en la mejor calidad imaginable". La revista de música de la BBC levantó por los cielos una entrega en la que "el arte exquisito se mezcla con una alegría contagiosa, lo que da aún más placer", mientras que Fanfarre (EE.UU.) agrega que "(Angela Hewitt) parece hacer todo bien... Ésta es simplemente una de las mejores versiones en piano de las Goldberg". La más emocionada de las críticas la escribe The Sunday Times: "El disco resultante es un milagro de creación musical en su forma más instintiva y espontánea. Incluso para los estándares elevados de Hewitt es extraordinario (...) Ella penetra en el corazón de las grandes variaciones 13 y 25 sin ningún falso espíritu romántico. Un disco para una isla desierta" (Hyperion).
Disponible en Todoclásico, Pueblo del Inglés, local 114. Fono: 436 0233.