Al cabo de hartas temporadas con muchas vacaciones y poco veraneo, en 2013 pude reencontrarme con algunas tradiciones del verano. Una tradición, como se sabe, es algo difícil de encontrar en Chile, pero una que se resiste a desaparecer es el taca taca. El invento (que se atribuye a varios) muestra una alineación notable de sus diez jugadores de campo: 2-5-3. Muy moderno, muy actual, aunque uno puede pensar que los dos zagueros obedecen a las formaciones clásicas de los años 30, cuando fue inventado el juego. O tal vez el inventor pensó que era mejor poner pocos zagueros para dar más facilidades a los goleadores, lo que aún obsesiona a la FIFA.
Pero fue una información no muy difundida la que capturó mi atención más que el taca taca. Y no es del fútbol, sino del básquetbol y la increíble situación directiva que hoy se vive.
El actual, presidente, como se sabe, ya no es Miguel Herrera, que lo fue durante 16 años y que resultó derrotado recientemente en medio de la sorpresa general. En esos 16 años, como también se sabe, Chile no tuvo ninguna actuación destacada en ninguna competencia internacional. Como también se sabe, durante ese ejercicio, en 2005 se vendió una de las construcciones clásicas del deporte chileno: el gimnasio "Sabino Aguad". ¿Se acuerda? Ahí en Nataniel, cerquita del Palacio de la Moneda.
Como también se sabe, se vendió en poco más de dos millones de dólares, los que serían usados para comprar otro gimnasio (obvio) y realizar otras inversiones. Como bien se sabe, no hay -ocho años más tarde-, un nuevo gimnasio y no se conocen nuevas inversiones de importancia.
Como también se sabe, aunque son menos los enterados, apenas cinco años después de la venta se producía una disminución del patrimonio de la Federación desde más de ¡mil millones de pesos! a... ¡menos de cincuenta!
Como pocos saben, un año después -en 2011-, ya se trabajaba con un déficit operacional de 43 millones de pesos y ese balance fue rechazado por la asamblea ya desembarazada de Herrera.
Por cierto, la anterior directiva debe entregar las cuentas de su ejercicio a sus sucesores, pero no lo ha hecho, como tampoco las ha entregado al IND. ¿Y qué hace el IND al respecto?
Según me entero, la nueva directiva se ha dirigido a la ministra de Justicia para que se apliquen las disposiciones pertinentes.
¿Sabía usted que si los ministros de Justicia hubiesen actuado de acuerdo a su obligación de fiscalizar a las corporaciones sin fines de lucro, todo habría sido distinto en el fútbol profesional y que aquella desidia ministerial terminó en quiebras y el nacimiento de las sociedades anónimas?
Si no hacen algo pronto el IND y el Ministerio de Justicia será preferible jugar taca taca. Total, ahí los jugadores no se arrancan y la plata tampoco.