Esta película abre con una pequeña secuencia que es un modelo de "planificación invisible": ocho planos desde distintos ángulos que presentan a un hombre sobre un escenario. El hombre es un stripper masculino y abajo del escenario se extiende un club nocturno para mujeres, donde una masa informe, sin rostros, grita ante las instrucciones del hombre sobre lo que no se puede tocar. La sucesión de planos parece dirigida por una lógica interna, que sigue las necesidades del ojo del espectador: dónde estamos, de qué se trata, cuál es el mundo al que vamos entrando. Es el llamado "montaje invisible", la regla de oro del cine clásico norteamericano.
Luego se inicia la narración, también muy ordenada, que se extiende entre junio y agosto de unos dos años cualesquiera. Aquí aparece Mike Lane (Channing Tatum), que ha pasado la noche con dos mujeres. Mike sueña con instalar una fábrica de muebles especiales, pero mientras el banco le niega un préstamo, trabaja como obrero de la construcción, especialista en techumbres. Allí conoce a "Kid" Adam (Alex Pettyfer), a quien toma como protegido en la noche de las discotecas de Tampa.
Mike lleva a "Kid" al club Xquisite. Entonces se entera de que Mike es un stripper estelar en el local que dirige Dallas (Matthew McConau-ghey), el hombre de la primera secuencia. A pesar de los gritos, las luces y el humo, el show es pobretón, poco más que aficionado, y aun así los cinco strippers encienden a su público. Cuando uno de los bailarines cae borracho, Mike saca al escenario a "Kid", que arranca ovaciones, gana sus primeras propinas y consigue un contrato en el Xquisite.
Lo que sigue es el detalle del proceso de degradación de "Kid", que su hermana Brooke (Cody Horn) contempla con creciente alarma, paralelo con los esfuerzos de Mike por escapar de ese mundo y montar su industria de muebles, mientras se enreda con Brooke y con la psicóloga Joanna (Olivia Munn). La contradicción de Mike se acerca a sus fronteras terminales cuando debe hacerse cargo del reguero de problemas que "Kid" va dejando con su entusiasmo codicioso. Son amigos y antagonistas clásicos: el que cede a las tentaciones y el que intenta mantener la integridad. "Es lo que hago, pero no es lo que soy", dice Mike, tratando de salvar algo del naufragio.
Steven Soderbergh es uno de los cineastas que mejor administra la fusión entre la modernidad fílmica y el clasicismo, y esta película es uno de sus ejemplos más destacados. No es una casualidad: Soderbergh siempre se mueve mejor en los ambientes de la clase trabajadora, sea con Erin Brockovich, los sabandijas que merodean al narcotráfico en Traffic e incluso los delincuentes más bien torpes de La gran estafa.
Magic Mike
Dirección: Steven Soderbergh. Con: Alex Pettyfer, Channing Tatum, Matthew McConaughey, Cody Horn, Kevin Nash. 110 minutos.