Señor Director:

Las costas de la zona central de Chile deben llamar nuestra atención por los proyectos que en el ámbito portuario y urbano estarían por ocurrir. Más bien, se han estado decidiendo apresuradamente a puerta cerrada y sin la medición correcta de sus impactos. La ciudad puerto de Valparaíso y su extraordinaria condición patrimonial se ven enfrentadas a una decisión clave de su destino, que, mal o bien tomada, determinará sus oportunidades —y limitaciones— mucho más allá del próximo siglo.

Cabe preguntarnos si la nueva y necesaria Política Nacional de Desarrollo Urbano, pronta a exponerse públicamente, logrará redirigir o evitar nuevas incompatibilidades, considerando una ciudadanía que, legítima y paralelamente al desarrollo socio-económico, exige entornos mejor diseñados, más amables y armoniosos.

Por su parte, las últimas declaraciones públicas de la empresa portuaria estatal demuestran un alarmismo innecesario para procesos que tardarán décadas en materializarse, con un plan que, pese al secretismo, supone defender Valparaíso, tornando inexplicable la incapacidad de debate o de incorporar variables más allá de la ingeniería para movilizar contenedores, en una tecnocracia que en su terquedad lograría efectos nefastos similares a un insoluto Transantiago.

En consecuencia, siendo que el país progresa en generar masa crítica y propositiva con el respaldo de la academia, junto con la capacidad técnica de nuevos diseños de infraestructura confeccionados multidisciplinariamente —en el reconocimiento obligado de sus particulares entornos—, se hace incomprensible por qué no se generan las bases para un debate amplio, dirigido a la construcción de un acuerdo transversal hacia la compleja —pero posible— misión de diseñar el puerto más eficiente, verdaderamente respetuoso del patrimonio y capaz de revitalizar la ciudad del orgullo de antaño.

Queda entonces en la autoridad local, regional y nacional la capacidad y responsabilidad de liderar o no este proceso, con la claridad merecida que nuestro patrimonio de la humanidad exige.

Leopoldo Prat Vargas
Decano
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Universidad de Chile