La segunda oportunidad
El capitán Whip Whitaker (Denzel Washington), en la habitación de un hotel y sobre una cama desordenada, despierta después de una noche agitada por el alcohol y el sexo.
Y para que no haya dudas de su condición desparramada, el desayuno consiste en un poco de cerveza tibia, un par de cigarrillos, algo de marihuana y para despabilarse unas líneas de cocaína.
Whitaker deja su habitación de uniforme azul, la noche es lluviosa y en el aeropuerto lo espera el avión de la compañía Southjet y el vuelo 227 desde Orlando con destino a Atlanta.
Aún tiene resaca, algo se despabila detrás de los controles, por ahí hay varias botellitas de vodka, los pilla una tormenta al despegar y después viene la pesadilla y la proeza.
El exitoso director Robert Zemeckis, presenta a un tipo de antihéroe y lo hace con subrayados y no deja duda alguna: es un personaje que tocó fondo y desde ese lugar viene un camino de escape y salida.
La película logró dos nominaciones al Oscar, Denzel Washington como Mejor Actor y John Gatins en la categoría Mejor Guión Original, porque parece lo contrario, pero es una historia que no está basada en hechos reales.
"El vuelo" es un tipo de cine con vocación pedagógica y no poco de autoayuda, cuyo eje dramático es uno de los conceptos más poderosos y persistentes en el cine de Hollywood.
Si Estados Unidos es el país de las oportunidades, Hollywood es la industria de las segundas oportunidades y sus películas lo proclaman y predican.
Existen decenas de historias donde el personaje marcado por su pasado y errores -crímenes, vicios, violencia- es capaz de derrotar la adversidad, salir adelante y reivindicarse.
Son historias de salvación de última hora, con resonancias religiosas, ecos familiares o casualidades enigmáticas, porque a nadie le falta Dios o una mano amiga o una guía divina.
En "El vuelo" el director repite la fórmula narrativa de una de sus películas previas, "Náufrago" (2000), donde la secuencia del desastre aéreo ahora tiene otra versión, distinta en la letra chica y en lo específico de cada historia, pero el concepto es el mismo: accidentes fenomenales que trastocan la vida de los involucrados.
Para algunos simplemente es el final y se mueren.
Otros renacen y subrayan sus creencias.
Y algunos como el capitán Whip Whitaker se resisten al cambio y en eso consiste la historia de "El vuelo": un hombre que lucha contra su Caín y su Abel y sus demonios menores y mayores. Un hombre que no percibe que en la segunda oportunidad está su tabla de salvación.
La moraleja de la película, filmada con el oficio de Robert Zemeckis, es fácil de enunciar, pero ardua de realizar: el capitán debe enfrentar la previa del vuelo, el vuelo y su vida posterior, con esa famosa y proclamada sentencia bíblica que dice que la verdad los hará libres.
Algo que resulta en el cine y sólo en el cine, pero no siempre.
"Flight". EE.UU., 2012. Director: Robert Zemeckis. Con: Denzel Washington, Kelly Reilly, Bruce Greenwood. 138 minutos. Mayores de 14 años.