Señor Director:
En la edición de ayer de “El Mercurio” aparece una carta referida al
origen del apellido O’Higgins de nuestro Libertador. En ella se mencionan a su padrino de bautismo, don Juan Albano Pereyra, y a su esposa, doña Bartolina de la Cruz, como “judíos conversos, entonces llamados portugueses”.
Dicha aseveración, en lo que concierne a doña Bartolina, es completamente falsa. Dicha señora, cuyo segundo apellido es Álvarez de Bahamonde y Herrera, fue la undécima hija de don Giovanni della Croce Bernadotte, marino genovés avecindado en Talca en el siglo XVIII, quien se casó con doña Silveria Álvarez de Bahamonde.
Ambos eran cristianos, como todos sus ascendientes, sin que nunca hayan tenido que probar dicha calidad. De ello, no se entiende cómo de una hija suya, doña Bartolina, pueda sostenerse que era “conversa”.
Convendría que algún genealogista bien informado —hay varios que se han ocupado de la descendencia de don Giovanni della Croce, más tarde Juan de la Cruz— diera su opinión al respecto.
Cecilia Cruz Nebel