La Junta Militar que gobernó Birmania (hoy Myanmar) desde 1962 fue una de las grandes infamias del siglo XX, aunque su soporte principal, China, se ha encargado siempre, como en otros casos del sudeste asiático, de que el mundo no se metiera demasiado en sus canalladas. Recién en marzo del 2011 la Junta se disolvió y cedió el poder a un general que administra una lenta transición hacia algo que podría parecer una democracia. La figura más relevante de la resistencia a ese régimen ha sido Aung San Suu Kyi, la hija de un general héroe de la independencia, educada en Oxford, casada con un profesor inglés y madre de dos hijos británicos. Es la historia que narra La fuerza del cariño, un título aborrecible, completamente distante del original, La Dama, que es la forma en que los birmanos llaman a su heroína nacional. Se trata de un biopic lineal, sin pliegues ni interrupciones. Parte en 1947, cuando el general Aung San es asesinado después de ganar las primeras elecciones de la independencia, y se traslada a Oxford, 30 años más tarde, donde su hija, Suu Kyi (Michelle Yeoh) recibe la noticia de que su madre está enferma en Rangún. Aunque su viaje carece de motivaciones políticas, Suu se encuentra con una Birmania bañada en sangre por las continuas protestas y la violencia salvaje de la represión militar. Cuando su marido, el profesor Michael Aris (David Thewlis), la visita en Rangún, Suu ya ha sido capturada por la situación de su país y la petición de los intelectuales de que lidere la oposición. Al frente de la Liga Nacional por la Democracia, Suu consigue la derrota del régimen en un referendo que el general Saw Maung decide desconocer de inmediato. Para entonces, Suu ya sabe que no puede salir de Birmania, porque los militares le impedirán regresar. Es una cautiva de las obligaciones que su pueblo le ha impuesto. En Inglaterra, el profesor Aris consigue que su esposa entre en el horizonte del Premio Nobel de la Paz. En 1991 se lo conceden, en ausencia. Los militares birmanos reaccionan declarando su arresto domiciliario. La fuerza del cariño alterna la situación de Suu con la vida doméstica de su marido y sus dos hijos en Oxford. Esta dialéctica estructura la película: vida hogareña versus vida pública, familia versus política, casa versus calle, deber contra deber. Es una idea básica, una manera escolar de entender los dilemas de la política y un camino seguro para santificar a una protagonista tensionada entre lo doméstico y lo épico. El director Luc Besson encarna uno de los grandes problemas de la crítica. Hace ya muchos años, a comienzos de los 80, se creyó que era un cineasta atrevido e innovador. Pero un par de películas no basta. Lo que ha venido después, culminando en La fuerza del cariño, confirma que no ha sido más que un burócrata, incapaz de sobrepasar los lugares comunes, en especial cuando se enfrenta a una historia tan compleja como la de Suu Kyi. The lady. Dirección: Luc Besson. Con: Michelle Yeoh, David Thewlis, Jonathan Raggett, Jonathan Woodhouse, Susan Wooldridge. 132 minutos.