Señor Director:
Se ha generado una
polémica en torno al Museo de la Memoria. Este museo, según describe su
director en carta reciente, busca ser un proyecto educativo y de memoria para las nuevas generaciones, para fortalecer los valores democráticos.
Los museos tienen por definición una función educativa. En el mundo se han construido, en tiempos recientes, museos que muestran hechos dolorosos, con el fin de generar reflexión y contribuir a que aquellos hechos no se repitan en el futuro.
En ese sentido, la opción que tomó el museo en cuestión, de circunscribir su misión sólo a las violaciones a los DD.HH., sin proporcionar al visitante los antecedentes que las generaron, limita su función pedagógica. La no existencia de consensos sobre la historia no exime al museo de su responsabilidad de ofrecer una visión amplia. De hecho, las técnicas museológicas proporcionan alternativas privilegiadas para ello, pues permiten mostrar diversos puntos de vista, relatar hechos históricos y recoger apreciaciones personales y subjetivas como cartas, entrevistas, fotos y videos para permitir que cada visitante saque su conclusión personal y tolere la de otros.
Una visión incompleta de los hechos hace difícil la comprensión del mensaje y lo desvincula de la responsabilidad de cada uno de nosotros para con el sistema democrático.
El Museo de la Memoria es una institución privada, pero fue construido con recursos estatales y cuenta con recursos asignados anualmente por la Ley de Presupuestos. Debiera, por tanto, cumplir con un rol social y contribuir a la armonía de la sociedad.
Sería valioso que sus visitantes comprendiesen, por ejemplo, que entre muchos de los factores que contribuyeron a la destrucción de la democracia, tuvo un rol significativo la violencia imperante. A la luz de la contingencia que vivimos hoy, sería una gran contribución que el museo explicara los hechos anteriores al golpe, pues pondría una nota de atención sobre los límites, la necesidad de cuidar las formas y los procedimientos democráticos.
En 2013 se cumplen 40 años del golpe militar. Sería un gesto de profundo sentido democrático que el museo convocase a un grupo de historiadores de todas las tendencias a participar de una investigación que recogiese un ciclo histórico mayor.
Magdalena Krebs
Directora
Bibliotecas Archivos y Museos, Dibam