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Cartas
Miércoles 06 de junio de 2012
Sesgo procesal evitable
Señor Director:
La necesidad de que las declaraciones previas a un juicio oral sean reproducidas en lenguaje escrito entendible puede ocasionar falta de fidelidad en relación a lo que quiso expresar -o realmente expresó- el declarante.
Para obtener claridad, concisión y coherencia en la redacción del escrito, se incluyen y descartan contenidos, lo que depende del criterio del transcriptor. Después, los sucesivos actores procesales que deben leer lo declarado (jueces, defensores, fiscales y peritos), de manera inherente están sometidos a otra distorsión, pues la declaración escrita carece de dos aspectos decisivos para calificar concordancia o credibilidad en la comunicación humana: el lenguaje no verbal y el contexto de emisión del discurso.
Sabemos que una misma frase significará algo diferente si en la expresión no verbal se acompaña de voz o mímica sarcástica, irónica, rabiosa, lenguaje corporal incongruente, etc.
Del mismo modo, el contexto donde brota lo declarado es determinante para calibrar su valor o legitimidad. La omisión paralingüística o contextual también aparece cuando testimonios de oídas preconstituidos refieren lo dicho por el declarante.
Si el sistema procesal permitiera registros videograbados acompañando al escrito de la declaración, disminuiríamos factores de oblicuidad procesal, ya que se lograría fidelidad testimonial, incremento del valor probatorio para el juicio oral, y, además, contaríamos con una herramienta útil para peritajes psiquiátricos de imputabilidad médico-legal -una videograbación del imputado próxima al momento del ilícito reflejará de manera más vívida y objetiva su psicopatología, sin el sesgo de simulaciones a posteriori.
Por otra parte, se evita la deformación ulterior del relato, repetir interrogatorios, revictimizar, estresar al inculpado y dilapidar recursos económicos.
Es paradigma un juicio reciente, de gran costo, cuyo eje probatorio era la confesión espontánea de un imputado: se desestimó por dudas sobre la fidelidad de lo transcrito y del contexto como fue obtenida.
Con videorregistro eso no habría ocurrido. ¿Por qué no legislar al respecto?
DR. ÍTALO SIGALA ROMELE
Médico psiquiatra y perito forense