Señor Director:

En “El Mercurio” de ayer se publica que el proyecto de modernización de la Fundición Hernán Videla Lira (FHVL), de Enami, “costará más de US$ 1.700 millones” y, según el vicepresidente ejecutivo de la empresa, “que no sería necesario recurrir a una garantía explícita del Estado”.

A finales del 2021, con el Presidente Boric como mandatario electo, se me criticó en forma dura por la eventual venta de activos prescindibles, por lo cual desistí de esas ventas por respeto a las nuevas autoridades que estaban por asumir. Al poco andar, estas mismas autoridades decidieron vender el activo imprescindible más valioso que tenía Enami (Quebrada Blanca), a un valor muy por debajo de su valor real y cerraron la FHVL, por no poderla operar.

¿Quién entiende la destrucción de valor de estos cuatro años?

Hoy, sin respetar a las futuras autoridades, se esfuerzan por concretar un amarre financiero del proyecto de una fundición para Enami, que no saben cuánto costará ni su viabilidad comercial. Dicen que “más de US$ 1.700 millones”. Me pregunto, ¿cuánto más? ¿Existen contratos para abastecer a esta fundición de concentrado para fundir? ¿Se puede proceder sin garantía explícita del Estado? Enami no cuenta hoy con los ratios necesarios para adquirir una deuda de estas características, ni tampoco con los concentrados para embarcarse en una inversión de esta magnitud.

Les pido a los señores banqueros, diputados, senadores y autoridades que paremos los amarres de última hora y dejemos que las futuras autoridades puedan gobernar y enmendar los errores del pasado, como lo están pidiendo y exigiendo la gran mayoría de los chilenos.

Enrique Valdivieso Valdés
Exvicepresidente Enami