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Cartas
Viernes 19 de diciembre de 2025
Un borde costero que agoniza
Señor Director:
Si el lector viene a la autodenominada capital del turismo, Viña del Mar, a recorrer su borde costero en busca de aire puro y espacios abiertos, que no lo haga y busque otro panorama. De lo contrario encontrará en toda la extensión de la Av. Perú el fuerte ruido de los generadores eléctricos portátiles que alimentan los food trucks y que emiten un contaminante humo, ello sin nombrar el intenso olor a marihuana que inunda todo ese recorrido.
Que no se extrañe si le ofrecen cortarse el pelo, hay un carro que ofrece dicho servicio.
Si continúa su recorrido hacia el Muelle Vergara se encontrará con una selva de toldos multicolores, cuyos vendedores ambulantes entorpecen su desplazamiento ofreciendo desde ropa, artículos eléctricos, repuestos para celulares, fritangas y todo tipo de bebidas alcohólicas. No hablemos del histórico Muelle Vergara, cuya mantención ha sido abandonada y que sucumbe a la salinidad marina y al deterioro de su piso por el abrasador sol.
Y si cree que va a escuchar el relajante ruido de las olas o el graznar de las gaviotas, sus oídos serán inundados por ruidosos tambores de grupos de batucada, o de grupos religiosos predicando a todo volumen y compitiendo con humoristas callejeros por ganar la atención de los transeúntes.
Siguiendo con rumbo norte pasará por la abandonada construcción de un hotel en el exsanatorio marítimo, cuya fachada sirve para grafitis, propaganda política, y parte de sus instalaciones como bodega para algunos comerciantes ambulantes que guardan sus carros y mercaderías.
Continuando su caminar hasta la playa del deporte podrá apreciar el deterioro de la ruta, el óxido de los cañones y muchas, pero muchas boutiques de ropa que se exponen en el piso o en las bancas, supuestamente destinadas para el descanso de los turistas.
Al terminar su peregrinación por el borde costero sus oídos y pulmones estarán tan contaminados como cuando salió de su ciudad. La capital del turismo, Viña del Mar, agoniza frente a la indolencia de las autoridades responsables.
Alejandro Moreno Rosales
Comité Defensa del Borde Costero de Viña del Mar